viernes, 8 de julio de 2016

HABLAR A LOS HIJOS DE DIOS

Hablar a los hijos de Dios, sin que les parezca ¡aburrido!

01 de Julio 2016
 Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones, OAC-Bogotá
Hablar a los hijos de Dios, sin que les parezca ¡aburrido!
En la época actual donde los niños, niñas y  adolescentes  dedican el tiempo libre  a los video juegos, navegar por internet, chatear y  a  todo lo que tiene que ver con el mundo cibernético, encontrar momentos adecuados para la formación espiritual, que también es una responsabilidad dentro de la educación de los hijos, resulta poco atractivo abordar temas de Fe...
A+ A-
Sin embargo, encontramos algunas guías sencillas y básicas que pueden ayudar a aquellos padres que priorizan la vida espiritual para sus hijos, en cualquier edad, incluso desde el vientre materno: 
Primero, orar en voz alta durante el embarazo, es una guía para la madre en gestación: Los pequeños escuchan la voz de la madre todo el tiempo, es importante que el momento que se  le dedique a la oración esté lleno de tranquilidad. Elije un espacio cómodo en donde no sea fácil ser interrumpida o donde nada distraiga.Se Puede construir un pequeño altar o hacerlo . Haz que tú bebe sienta que ese momento es único y especial para los dos, puedes elegir una hora del día para que se vuelva una rutina diaria.
Segundo, llévalos a la Santa Eucaristía: Algunas personas piensan que es muy molesto llevar a los chiquitines a misa porque lloran muy fuerte, hacen ruido, incomodan a la gente o no se quedan quietos.  Si lloran y es aún muy bebe se puede calmar con el pecho o el biberón; si es un poco más grande y ya gatea o camina suele hacer berrinches más a menudo, se sugiere salir de la iglesia y darle un pequeño paseo hasta que se calme y vuelve a entrar.
Tercero, rezar con ellos en las noches :Puede ser junto a su cama o cuna, ponerse de rodillas y orar. Cuando los niños son pequeños todo les asombra y les causa curiosidad, tienen el don de imitar tanto lo bueno como lo malo, y muy probablemente mientras estén orando querrán llamar la atención, empezarán a hablar como si les dieran cuerda, cantarán, sacaran sus juguetes. Aprovecha esta oportunidad para explicarle lo que estás haciendo e invítalo a unirse a tu oración. Dile que repita después de ti o pregúntale: ¿por qué le darías gracias a Dios hoy? ¿Quieres enviarle un mensaje a la Virgen conmigo? Notarás que este tipo de preguntas les causa sorpresa, enséñales cómo deben persignarse y procura que ese momento dedicado a la oración no sea tan largo, pues querrá empezar a hacer otra cosa. Si tu niño o niña es un bebe, persígnalo con su manita y ora en voz baja junto a él.
Cuarto, familiarízalos con imágenes de Jesús y de María Santísima: Tener un altar en el hogar debe ser tarea de todo católico, no tiene que ocupar una habitación completa, pero si se debe destinar un lugar especial, de visibilidad y alcance para todos los miembros de la familia. Es importante que los pequeños encuentren imágenes de Jesús, de María y de los Santos.
Qinto,dejarlos elegir películas y libros que hablen de Dios: Aprovechar el gusto que tienen los hijos por las películas o los cuentos. Comprar películas como «El Arca de Noe», «David y Goliat», «El Buen Samaritano», «El Hijo Prodigo», «La Historia de José y sus hermanos», «Los Milagros de Jesús», «El Príncipe de Egipto», «Joseph: Rey de los Sueños», etc. Existen también muchos libros que le cuentan a los niños las historias de la biblia de manera divertida e ilustrada. Es una manera fácil y divertida para que los hijos conozcan la vida de Jesús, de María Santísima o los santos desde que son chiquitines.
Sexto, dejarlos participar en actividades relacionadas con la Iglesia en el colegio: Si le gusta actuar o cantar, motivarlo a participar en las ceremonias religiosas en las que se hacen dramatizaciones o inscribirlo al coro de la Iglesia. Si el colegio realiza campañas en las que se recolecta ropa o víveres para los más necesitados, explicarle porque debemos ayudarle a los demás.
Séptimo, permítele ver que hay niños que no lo tienen todo :Llevar a los  hijos a fundaciones o instituciones que ayuden a los demás es una experiencia hermosa para todos los involucrados, tanto como para los niños a los que  se visitan como para los niños y los padres.. Hacerles ver que el mundo no es color de rosa y que no todos los niños gozan de un hogar con papá y mamá abrirá sus corazones. Se puede planear ir a una fundación que acoja a niños huérfanos, niños maltratados, con cáncer, o alguna enfermedad como síndrome de down, entre otras.
Octavo, enséñale a apreciar la naturaleza. No es necesario que viajes a Irlanda para que tu hijo sea testigo de impresionantes paisajes: una flor basta para que se le cuente a los pequeños que Dios está presente en cada una de sus creaciones, hasta en la más pequeña. El cielo, el mar, las estrellas, la luna, los árboles, las montañas. Es importante que los pequeños sean conscientes que todo cuanto nos rodea ha sido creado de la mano de Dios, los viajes a otras ciudades o países pueden ser la oportunidad perfecta para que le hables de Dios a tus hijos.
Noveno, hacerles saber que hay más satisfacción en dar que en recibir. La época de navidad es perfecta para realizar esta actividad. Hay dos formas de hacerlo: la primera es comprar juguetes o ropa para que niños de escasos recursos, huérfanos o desamparados reciban un detalle en esta fecha. La otra opción que tenemos es pedirles a los pequeños que decidan qué juguetes ya no utilizan y están en buen estado para donarlos. En todo el proceso debemos incluir a los niños, desde ir a comprar o escoger los juguetes, hasta empacarlos e ir a entregarlos personalmente. De esta manera ellos entenderán que las cosas no son tan fáciles de obtener y que no todos los niños tienen los privilegios que nosotros como padres les otorgamos.
Diez,enséñarles  a bendecir los alimentos: El desayuno, el almuerzo o la cena pueden ser escenarios perfectos en los que se  le enseñe a  los hijos que hay que dar gracias por todo lo que Dios nos permite tener, incluyendo la comida que llega a la mesa. Recuerda que tu ejemplo es la mejor herramienta, conviértete en el modelo a seguir de tus hijos y bendice los alimentos sin importar el lugar en el que te encuentres.

No hay comentarios.: