jueves, 14 de septiembre de 2017

CARTA DE JESUS PARA TI

PENSAMIENTOS PARA EL ALMA. Carta de Jesús para ti

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Te escribo en tu soledad. A ti que tantas veces me has mirado sin verme y me has oído sin escucharme. A ti que tantas veces me has prometido seguirme de cerca y, sin saber por qué, te has alejado de las huellas que he dejado en el mundo para que no te perdieras.  
A ti que no siempre crees que estoy a tu lado, que me buscas sin hallarme y que a veces pierdes la esperanza de encontrarme. A ti que a veces piensas que yo soy solo un recuerdo y no entiendes que estoy vivo.
Yo soy el inicio y el final; soy la vía para que tú no te pierdas, la verdad para que tú no te equivoques y la vida para que tú no mueras. Mi tema preferido es el amor, que ha sido la única razón para vivir y para morir.
He sido liberado hasta el fin. He tenido un ideal claro y lo he defendido con mi sangre para salvarte. He sido maestro y servidor. Soy sensible a la amistad y espero desde hace mucho la tuya. 
Nadie como yo conoce tu alma, tus pensamientos, tu camino, y sé bien los grandes valores que posees. Se que a veces tu vida parece pobre a los ojos del mundo, pero sé también que tienes mucho para dar, y estoy cierto que en tu corazón existe un tesoro oculto: conócete y entonces reservarás un lugar para mi.
¡Si supieras cuánto tiempo llevo llamando a la puerta de tu corazón y no recibo respuesta! A veces sufro cuando me ignoras y me condenas, como Pilato. Sufro cuando reniegas de mi, como Pedro, y cuando me traicionas, como Judas. 
Hoy te pido que te unas a mi, que tomes sobre ti tu pequeña cruz junto a la mía. Te pido paciencia con tus enemigos, amor por tu cónyuge, responsabilidad en las dificultades con los hijos, tolerancia con los ancianos, comprensión con los hermanos, compasión hacia el que sufre, servicio en los problemas de todos, tal como yo he vivido y enseñado….pero, antes que nada sé paciente contigo mismo, acógete en tus intemperancias, acéptate en tu fragilidad, sopórtate en tu debilidad y…no te tomes a ti mismo demasiado en serio, concentrando sobre ti todos tus pensamientos….eres solamente una criatura….pero eres muy amada por Mi….
No quiero verte egoísta, rebelde, pesimista. Me gustaría que tu vida fuese alegre, siempre joven y cristiana. Cada vez que te desalientes, búscame y me encontrarás. Cada vez que te sientas cansado, habla conmigo, cuéntame tus problemas. Cada vez que pienses que no sirves para nada no te deprimas, no te sientas inferior, no te olvides que tengo necesidad de tu pequeñez para entrar en el alma de tu prójimo.
Cada vez que te sientas solo no te olvides que estoy contigo. No te canses de pedirme, yo nunca me cansaré de darte. No te canses de seguirme, yo nunca me cansaré de acompañarte.

No te dejaré nunca solo….

miércoles, 6 de septiembre de 2017

EL PECADO ES NO SER SANTOS

El pecado es no ser santos


Cuando Juan el Bautista, ve venir a Jesús hacia él, dijo: “He ahi el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
Esta frase del Evangelio siempre me ha impactado y como sabemos, en el momento antes de distribuir la Sagrada Comunión, los sacerdotes alzamos el Cuerpo de Jesús y lo presentamos a la Asamblea, pronunciando estas palabras.
Doy gracias al Señor por el gran don del Ministerio Sacerdotal y contemplando entre mis manos la Santa Hostia consagrada le pido muchas veces al Señor, que me conceda la gracia de tenerlo siempre entre mis manos todos los días de mi vida hasta que él me llame a su presencia.
Contemplar entre mis manos, este Pan bajado del Cielo, me sobrecoge porque pienso: “Aquí está el Rey del Universo, el Creador de todo lo que existe, de los seres humanos, de toda la naturaleza, de los planetas, de todo… Y lo veo tan pequeño, escondido…” Y sobre todo lo adoro porque está ante mi, el Único que puede perdonar el Pecado, no sólo el mio, sino el de todo el mundo.
Es interesante que Juan no dice los pecados del mundo en plural, sino en singular, el pecado del mundo.
Es inevitable pensar en lo que muchas veces se convierte la práctica del sacramento de la Reconciliación cuando todo se reduce a hacer una lista de pecados.  Es verdad que los debemos confesar con la boca para que el sacramento sea válido pero es necesario reflexionar un poco.
Sabemos bien que existen los pecados de palabra, de obra y de omisión como lo decimos en el acto penitencial.  Porque cuando tenemos la oportunidad de hacer el bien y lo no hacemos, también caemos en el pecado.
Por un lado es importante antes de confesarse hacer un examen de conciencia y poder decir los pecados concretos que hemos cometido, pero también podemos cometer el riesgo de quedarnos en la superficie y no ir a la raíz de por qué estamos tantas veces cometiendo los mismos pecados.
Muchos santos han recomendado la confesión frecuente y podemos decir que es una cosa loable cuando tenemos un conciencia delicada y buscamos siempre estar en gracia de Dios, pero también podemos caer o en la enfermedad de los escrúpulos que ha hecho sufrir a tantas personas o en una vida espiritual inmadura en la que siempre estoy repitiendo las mismas cosas y no estoy creciendo. Doy un ejemplo concreto: si pasando todos los días por un camino siempre me caigo y me golpeo, me debo detener a pensar ¿porqué siempre me caigo en el mismo lugar?. Si no reflexiono y me sigue sucediendo lo mismo, soy un inconsciente y no aprendo lecciones en la vida. En cambio puedo analizar y si el camino es resbaladizo me coloco un calzado apropiado, quito los obstáculos que me hacen caer o si no está en mis posibilidades cambiar la situación entonces no vuelvo a pasar por allí. Ya lo dijo el Señor: “Si tu mano te hace pecar, córtatela…”  Cuando sigues cometiendo toda la vida los mismos pecados es porque no has aprendido nada. Y no puedes razonar: “Pecar es humano y de todas maneras, luego me confieso”.  Por una parte el Sacramento de la Reconciliación, no es una lavandería de pecados, como cuando me quito la ropa sucia y la coloco en la lavadora para utilizarla de nuevo.  No podemos quedarnos patinando en el mismo punto, el camino de la conversión exige no vivir en la esclavitud del pecado. Puedo decir con certeza que: “Pecar no es humano”. Hemos vivido pensando que es humano pecar, pero eso es negar el sentido de la Encarnación porque el Verbo se hizo carne. Si pecar fuera humano, Jesús para asumir toda nuestra naturaleza tendría que haber pecado. Al contrario ¿Qué nos dice la Palabra?. Que asumió nuestra naturaleza, que se hizo igual a nosotros en todo menos en el pecado. Podemos concluir entonces que para ser realmente humanos debemos vivir en la gracia y no en el pecado. Vivir en el pecado es negar la realidad más sublime que hay en nosotros y es, que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.
Siempre se dice que traducción es traición porque cuando se traduce algo a otra lengua siempre pierde algo de lo que se quizo decir originalmente. El famoso Dante escribió la Divina Comedia. Creo que en lengua española muchos lo hemos leído pero no es lo mismo como lo pueden entender los que lo leen en la lengua original.  Miguel de Cervantes con Don Quijote de la Mancha podrá ser mejor entendido por nosotros que por los italianos o los ingleses.
Pecado viene del latín peccatum y se puede traducir por transgresión.  En la Biblia en hebreo, se traduce por חֵטְא pronunciado jet que significa errar.  En griego αμαρτία pronunciado amartía que significa error, fallo, no alcanzar el objetivo.
El tema del pecado es muy amplio y no pretendo desglosarlo aquí pero podemos decir que más que la casuística de las transgresiones, el pecado es no alcanzar, no realizar la llamada que tenemos todos los seres humanos, todos los bautizados a la santidad.
En la segunda lectura de la primera carta de San Pablo a los Corintios, el Apóstol en compañía de Sostenes. saluda a la Iglesia de Dios que está en Corinto y a todos los que han sido santificados en Cristo Jesússantos por la llamada”.
Más que la lista de pecados es reconocer el Pecado, la raíz del mal en nosotros. Si lo hacemos el mal podrá ser arrancado de raíz, pero sin olvidar que nosotros mismos no tenemos el poder de quitar el pecado que hay en nosotros. Sólo lo puede hacer el Cordero de Dios.
El pecado es que no seamos santos!!!

MINISTROS DE DIOS QUE INCITAN AL PECADO

Ministros de Dios que incitan al pecado





 El tema principal que nos presenta la Palabra de Dios, es la Tentación.


Jesús es tentado por el diablo en el desierto y en el Génesis que nos trae los relatos de la creación de la humanidad, también vemos como son tentados Adán y Eva.  Vemos pues que el diablo existe aunque muchos no lo quieran admitir. Es doctrina de la Iglesia como nos lo enseña el Catecismo en sus numerales 391-398.
La primera lectura en Génesis 2, 7-9-3,1,7 Nos dice que Dios modeló al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida.
Es una hermosa expresión: Modeló, que nos hace pensar en Dios como el Alfarero que elabora su vasija con barro y le da la forma que Él quiere. Somos polvo, arcilla en sus manos como nos recuerda la visión del profeta Jeremías 18,1-6. No somos una obra acabada porque el Señor sigue trabajando en nosotros. Lo único que tenemos que hacer es no oponer resistencia a su Gracia, sólo dejarnos moldear.
Al pensar en el alfarero, lo visualizo con las manos sucias por el barro y pienso en la pasión con la que Dios nos ha hecho, algunas veces retomando ese barro y trabajándolo de nuevo hasta que ve que su obra es perfecta y se siente feliz de lo que ha hecho, como está escrito en el relato de la creación, en el que después de cada día, dice que Dios vio que estaba bien.
Por nuestra realidad de barro, el primer hombre se llamó Adán, que viene de una palabra hebrea אדמה Adamah, es decir, tomado de la tierra. Y por esa condición al momento de morir regresaremos a la tierra, al polvo. Pero la grandeza de nuestra condición es que no somos sólo polvo sino que hemos sigo creados a imagen y semejanza de Dios, por eso el diablo nos odia tanto, no soporta la Gracia de Dios en nosotros.
Dios insufló en el hombre el ánima, que en hebreo se dice Nefesh נפש. El ser animado por el soplo vital. También podemos pensar en el Ruah  רוח, el soplo, el Espíritu del Señor.
Queda claro que si Dios prohibió a Adan y a Eva comer del árbol que estaba en medio del jardín, es porque los había creado con libertad de elección, porque tenían una voluntad propia. De lo contrario Dios no habría tenido que advertirles nada porque no estaría en sus posibilidades.
La serpiente representa al Tentador, el Diablo que es un mentiroso, por eso engaña a la mujer diciéndole que no es verdad que morirán si comen del fruto, contradiciendo las palabras del Señor. Por eso siempre será una clave de discernimiento cualquier situación en la que seamos tentados, si vemos que contradice los Mandamientos de la Ley de Dios.  Bueno el demonio es tan astuto que nos puede tentar hasta con la misma Palabra de Dios cuando nos incita a interpretarla mal para nuestro propio beneficio como pretendió tentar a Jesús, citando la misma Sagrada Escritura.
El grande pecado de la humanidad es querer ser igual a Dios, estar al centro. El árbol aparece apetitoso a la vista de la mujer. Así es la tentación pues nunca se presentará desagradable, de lo contrario nadie caería en ella. Detrás de la apariencia de belleza se esconde un veneno que nos quita la gracia, la alegría, la paz. Al comer del fruto se les abrieron los ojos pero no para tener la sabiduría de Dios, sino para sentirse desnudos de la Gracia, para ver su nada. En los versículos que siguen y que no vienen proclamados en la Liturgia de este día, se nos dice que cuando sintieron los pasos del Señor, Adán y Eva se ocultaron de su presencia. Cuando estamos en pecado no resistimos la presencia de Dios, el pecado nos avergüenza, nos aleja, nos aísla.
Hoy en el Evangelio de Mateo vemos que Jesús es conducido por el Espíritu en el desierto. Aquí entendemos que es el Espíritu Santo. Jesús es dócil y se deja conducir. Inmediatamente después del Bautismo y antes de iniciar su Ministerio va al desierto y está sin comer cuarenta días y cuarenta noches. La Iglesia nos permite vivir este tiempo fuerte de Cuaresma, como cuarenta días de preparación para el gran día de la Pascua del Señor.
Jesús siente hambre y el diablo lo tienta con el pan. Lo tienta a que demuestre su poder. Así somos tentados en la vida cuando teniendo algún poder, lo utilizamos para nuestro propio beneficio.
El Señor nos recuerda que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Que nuestro alimento espiritual sea todos los día su Palabra que da vida, que nos hace crecer para el Cielo.
El diablo lo tienta citando la Sagrada Escritura, concretamente el Salmo 91. Lo invita a lanzarse desde la parte más alta del templo de Jerusalén porque está escrito que Dios mandará a sus ángeles para que su pie no tropiece en la piedra. Realmente esta estrategia del diablo me produce miedo porque actualmente vemos en la Iglesia a muchos pastores que están haciendo caer muchas almas en el infierno. Precisamente los que están llamados a llevar a las almas hacia Dios, las están llevando al precipicio. Me viene a la mente el famoso Monseñor Charamsa que en octubre del 2015 en las Vísperas del Sínodo de la Familia, se declaró abiertamente homosexual y presentó su pareja a los medios de comunicación. Este sacerdote polaco trabajaba  en el Santo Oficio, hoy Congregación para la Doctrina de la Fe y era Profesor de la Gregoriana en Roma.
El día de sus declaraciones fue el comienzo de los dolores de parto de un Sínodo que reflexionó sobre la Familia y que dio como fruto amargo el documento del Papa Francisco, mal llamado Amoris Laetitia. La salida del Closet como el mismo Charamnsa lo llama, fue el comienzo de los vientos de tempestad que hoy zarandean la barca de la Iglesia.
En el texto que hemos proclamado, el diablo le dice a Jesús que se lance de la parte más alta del templo de Jerusalén porque está escrito que el Señor mandará a sus ángeles para que su pie no tropiece en la piedra.  El diablo sabe de memoria la Sagrada Escritura y la utiliza para tentar.  Pienso hoy en tantos teólogos que conociendo la doctrina de la Iglesia están enseñando falsedades, pienso en los exegetas que están interpretando la Biblia a su antojo para justificar sus pecados. El mismo Charamsa conoce bien qué enseña la Iglesia al haber trabajado en la  Congregación para la Doctrina de la Fe.  Ante Dios tiene no sólo su pecado de sodomía sino por llevar por ese camino a su compañero sexual. Es posible que ese hombre no tenga el mismo conocimiento de la Palabra de Dios que tiene el Monseñor. Seguramente le estará diciendo que Dios no los condena. Un ciego guiando a otro ciego.  Dice el Señor que al que más se le da más se le exige.
Y sobre Amoris Laetitia que ya se han dicho tantas cosas, puedo decir también que es instrumento del Maligno para incitar al pecado del adulterio.
Francisco que debería seguir el mandato del Señor, de confirmar en la fe a los hermanos, lo que está haciendo es mandando a todos por el precipicio cuando nos dice a los sacerdotes que debemos estar cercanos a los jóvenes que han decidido vivir juntos si casarse. Yo fiel hijo de la Iglesia y sacerdote por gracia de Dios, no obedeceré a sus consejos que no vienen de Dios. “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” Hechos 5,29.
Este pontificado es desastroso. Ya estamos hartos de sentir como un disco rayado, al Papa hablando de cambio climático, inmigración, economía, cuidado del Medio Ambiente y de política. Y de Jesucristo como único Camino de Salvación no nos dice nada, al contrario coloca el cristianismo al mismo nivel de cualquier religión. Qué pobreza intelectual y sobre todo teológica la de este hombre. Ya no sabe más que decir cada día. Y la gente exaltada con cada una de sus palabras que en un par de minutos dan la vuelta al mundo.  Esta mañana en el Angelus dijo: “Ojalá tratáramos a la Biblia como tratamos nuestro teléfono celular”.  Suena muy bonita esa reflexión pero no es una novedad suya.  Este mensaje ya estaba circulando por internet desde hace mucho tiempo. Lo pueden ver aquí y aquí.  Seguramente esta mañana se levantó y dijo:  Uyyy, hoy es domingo y debo decir algo en el Angelus y no he preparado nada, y se fue a  buscar por internet y se encontró este hermoso mensaje.  Ahora como lo dijo el Papa, será viral y todos dirán: “Tan bello el Papa, nunca nadie había hablado así como él”.

EL PROFETA ELIAS Y LA JEZABEL DE NUESTRO TIEMPO

El Profeta Elías y la Jezabel de nuestro tiempo


 recordar la memoria del Profeta Elías que en hebreo se dice אליהו y que significa: “Mi Dios es Yahveh”

Este profeta hace honor a su nombre ya que vive convencido de su fe en el Único Dios verdadero. Es considerado el profeta más grande de todo el Antiguo Testamento y vive en un periodo particular de la historia del pueblo de Israel, que se había contaminado de los baales, falsos dioses que había introducido la esposa del rey de Israel, la extranjera y malvada Jezabel.
Esta mujer era tan perversa que hasta el mismo profeta Elías tuvo miedo de ella.  Es interesante ver que el profeta que tenía una fe tan grande que Yahveh ante su oración hizo caer fuego sobre el sacrificio en el Monte Carmelo, lo veamos luego lleno de miedo y escapando de esta mujer que lo había amenazado con matarlo. En la historia de cada uno de nosotros con el Señor, hemos visto su poder y su acción en nosotros, pero llegan también momentos de oscuridad, de aridez, de miedo.
La influencia de esta mujer fue tan grande que no sólo arrastró a su marido sino a todo el pueblo para que siguieran a los baales.  Esto trajo la ira del Señor que castigó a Samaría con una grande sequía y por ende una hambruna en la región.
Contra toda esta idolatría tuvo que luchar el profeta del Señor y asumir la persecución como consecuencia de su misión.
Sabemos bien que siempre se ha relacionado a Elías con San Juan el Bautista. El celo de Elías por el Dios de los ejércitos, es la misma pasión y radicalidad de Juan.  La malvada Jezabel que odiaba al profeta del Señor, terminó mal su vida.
Juan por ser fiel a la Verdad también tenía una grande enemiga Herodías,  Ésta si logró su objetivo de quitarlo del camino. No sabemos ellas como terminó su vida pero seguramente en su interior con una grande oscuridad, por su adulterio y por la sangre derramada de Juan que clamaba al cielo.  El pecado de adulterio fue también narrado por Flavio Josefo, historiador del primer siglo, escribió: “Herodías obrando contra las leyes de nuestros padres, se casó con Herodes (Antipas)”.
En el panorama que vemos en la Iglesia de hoy tenemos que pedirle mucho al Señor que nos mande hombres como el profeta Elías que no tengan miedo de decir la verdad a las Jezabeles de nuestro tiempo.  Lo más doloroso es que aquella mujer era extranjera en cambio hoy son los mismos pastores consagrados por el Señor que han olvidado la vocación recibida y se han prostituido con todas las falsas doctrinas y se arrodillan ante el mundo.  Están extraviando al rebaño del Señor.
En el Nuevo Testamento en el Apocalipsis  el Ángel a la Iglesia de Tiatira le reprocha el tolerar a Jezabel que se declara profetisa y engaña.  Atención que hay falsos profetas que se declaran a sí mismos y no hablan Palabra de Dios!!!.  Esta mujer conduce a los siervos del Señor a la inmoralidad sexual.  Cuántos pastores hoy llevan a las almas al pecado de la carne justificándolo delante del Señor.
Se declara profetisa como alguien que interpreta el plan de Dios que ese está realizando en la historia. Así muchos se toman la atribución de explicar el querer de Dios desde sus propias perspectivas. Por eso vemos a muchos sacerdotes que en sus homilías dan opiniones personales y no la Verdad revelada.
Jezabel también pretende enseñar una doctrina que no es del Señor. En el capítulo 2, 24 se habla de “esa doctrina”, es decir que es de ella no de Dios. A los pastores que dejan a otros enseñar falsas doctrinas, el Señor les pedirá cuentas.
“Le he dado tiempo para que se arrepienta, y no quiere arrepentirse de su prostitución”. Eso quiere decir que el Señor siempre espera pero si no quiere, Él la postrará en cama y a los que adulteraron con ella, les mandará sufrimientos terribles.
Alcemos hoy la espada de la Palabra de Dios como la de Elías en el nombre del Señor para arrasar todas las herejías y falsedades que estamos escuchando por estos tiempos de la boca de los supuestos pastores del Señor.

SE CONDENAN LOS RICOS.......................

¿Se condenan los ricos?


 “El rico Epulón y Lazaro”.
Podemos comenzar diciendo que el rico no se llamaba Epulón, el nombre viene del latín epulabatur (banquetear).  En la parábola no aparece el nombre simplemente se le nombra como un hombre rico. Es significativo que del pobre si nos dicen el nombre: Lázaro que en hebreo es Eleazar y traduce: Dios es mi ayuda. Si el rico estaba cerrado en su indiferencia ante la necesidad del pobre, el Señor se hace cargo de Lázaro.
Los vestidos de púrpura son muy costosos. El proceso de extraer la tinta púrpura de los moluscos costaba mucho dinero porque requería mucho trabajo manual. Por eso la gente que se vestía así era de la realeza o gente de alto rango. El lino era delicado, suave y se pagaba a muy alto precio. Además hacía banquetes todos los días. En conclusión una vida llena de excesos.
Lázaro “está echado” significa el término en griego voz pasiva, que otras personas lo tenían que colocar ahí porque no podía caminar.
La condición de los dos hombres de la parábola cambia después de la muerte de ambos. Uno llevado por los ángeles al descanso y el otro que baja al fondo de la tierra, el Hades, que podemos llamar infierno, para ser atormentado.
En otro pasaje del evangelio, cuando el joven rico no quiso seguir a Jesús porque era muy apegado a las riquezas, el Señor dijo: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Pero sabemos bien por palabras del mismo Jesús que lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
¿Podemos decir que el rico de la parábola de hoy se condenó por el hecho de ser rico? Claro que no!!!
Dios quiere que todos seamos salvados y depende de nosotros acoger la salvación de Dios o rechazarla. Jesús no vino a salvar sólo a los pobres por ser pobres. También los pobres de cosas materiales se pueden condenar.
Conozco muchas personas ricas que tienen un gran corazón y comparten sus bienes con los más necesitados. Generan fuentes de trabajo, son justos en el pago de los salarios a los empleados. No todo rico es rico porque ha robado a otros.  También conozco pobres que viven llenos de envidia por lo que otros tienen, que son apegados a lo poco que poseen. La pobreza de la que habla Jesús en las Bienaventuranzas no es la canonización de la miseria. Hay mucha gente que está pobre porque no tiene aspiraciones en la vida y prefiere que todo le llegue a las manos sin esfuerzo. Recuerdo en una ocasión que se derrumbó una parte de una montaña sobre un barrio de gente de escasos recursos. Sucedió en horas de la mañana y mucha gente estaba trabajando.  Cuando sintieron la noticia y comenzaron a llegar para ver cada uno si la casa había quedado sepultada o no, encontraron que las casas que estaban por el suelo pero que no habían sido cubiertas del todo por el lodo, habían sido saqueadas. Y lo más triste que lo hicieron muchos de los mismos pobres del barrio. Un pobre robando a otro pobre. Así se ve el egoísmo y el pecado. Tampoco es justificado robar a los ricos porque son ricos, es  de todas formar robar.
El rico estando en el infierno levanta los ojos y ve a Lázaro con Abraham. Gritando llama padre a Abraham, eso quiere decir que lo reconoce como padre en la fe del pueblo de Israel. No es suficiente que se sienta perteneciente al pueblo elegido para ser salvado. De igual manera para un cristiano que cree que por ser bautizado o haber recibido los sacramentos ya tiene ganado el Cielo.  En el día del juicio, muchos dirán al Señor que han comido con Él, que han predicado y expulsado demonios en su nombre y Él les dirá: “No los conozco”. También sabe el nombre de Lázaro, eso quiere decir que lo conocía. No se puede disculpar diciendo que nunca supo que estaba a la puerta de su casa. Estaba ahí echado junto a su portal y en su indiferencia no lo veía. No establecía comunión con él y ahora pretende que venga a refrescar su lengua con el dedo mojado.  Significativa la presencia de los perros que lamen las llagas de Lázaro. Los perros no eran bien vistos en la Biblia y esto nos puede sorprender un poco sobre todos porque la gente en general tiene un amor muy grande por las mascotas. El perro no era domesticado como ahora y se le consideraba un animal vagabundo que se alimentaba de desperdicios y cadáveres.
Esta es una interpretación mía, no de la exégesis del texto, pero me llama la atención que el perro lame las heridas de Lázaro y el rico desde el infierno desea tocar con su lengua al menos el dedo de Lázaro.
El pobre que no podía participar del banquete del rico, ahora está en el banquete con Abraham. “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos”. (Mt 8,11).
El rico atormentado en el infierno continúa a pensar en sí mismo. No pide perdón a Lázaro por la forma como se comportó con él sino que busca ser refrescado en su tormento.
Abraham dice que hay un abismo infranqueable entre el Cielo y el infierno. Esto nos deja claro que a partir del momento de la muerte estaremos ante el juicio particular de Dios y ya nada se podrá cambiar. No todos van al cielo por derecho adquirido apelando a la misericordia de Dios.
El rico sigue pensando que todavía Lázaro le puede hacer otro favor y es ir a anunciar a los suyos de los sufrimientos del infierno para que no caigan también allí.
Abraham deja claro, y es el mensaje de Jesús para nosotros, que tenemos la Palabra de Dios que cada día nos indica cómo debemos vivir para llegar al Cielo.
Cuando las personas tienen el corazón duro no se convierten ni aunque resucite un muerto. Un ejemplo claro es que al otro Lázaro, el de Betania, Jesús lo resucitó delante de todos y algunos de los que lo vieron no se arrepintieron, al contrario este milagro de Jesús fue como firmar su sentencia de muerte porque desde ese momento se propusieron eliminarlo y los sacerdotes buscaban matar también a Lázaro.
El rico cree que es necesaria una señal y en la Biblia pedir una señal es signo de incredulidad.  Pero respondiendo El, les dijo: Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás el profeta”

EL MUNDO HA PERMITIDO...................................

El mundo ha permitido que el crimen del aborto se haya convertido en un “derecho”



 un artículo titulado “El mundo al revés. Cuando amar a los animales se convierte en una ideología y matar a los hijos en derecho”. Muchos, interpretaron que yo estaba a favor del maltrato animal. Desde luego, leyeron muy mal si así lo entendieron, y les sugiero puedan volver a leerlo despacio y  sin prejuicios. 
Ése artículo ha generado muchísimas visitas, en estos momentos, las estadísticas nos señalan que han entrado a leerlo  hasta ahora 44.956 personas. Como es natural, hemos recibido varios comentarios, algunos a favor, y otros en contra. Lo que está claro es que se ha generado un interés importante, motivo que me obliga, en conciencia, a escribir  otro nuevo artículo para aclarar a todos aquellos que defienden el aborto, que éste es el mayor crimen que se puede inflingir contra los seres humanos no nacidos, pues les impide el primer derecho: ¡¡¡¡VIVIR!!!!
Llevo muchos años trabajando en la defensa de la vida. Quizás porque soy madre de 10 hijos y he tenido la oportunidad de entender que desde que una mujer se queda embarazada, ya desde sus inicios, su propio cuerpo sufre una serie de cambios perceptibles en las horas o días posteriores a la concepción, es que me pongo a escribir. Todos esos cambios obedecen  a una razón: el cuerpo de la madre está preparando el anidamiento de ese ser  humano, de su hijo, y su sistema hormonal procura que no sobrevenga un período,  que eliminaría esa vida incipiente. El cuerpo logra, sabiamente, cambiar el curso normal del ciclo femenino para retener a ese ser y no abortarlo de modo espontáneo. De ahí los cambios palmarios que muchas mujeres manifiestan en su propio cuerpo, apenas pasados pocos días de la fecundación. 
Hoy quiero usar tres documentales impresionantes, que desmontan todas las falsedades de quienes están a favor del aborto. Uso de estos medios con la esperanza de que muchas personas comprendan el por qué el aborto es un crimen, un asesinato. Muchas de estas personas han sido informadas de manera sesgada y a las que se les ha vendido el aborto como un derecho o como un método de salud. Estoy segura de que estas personas nunca profundizaron en este tema, pero es preciso darse cuenta de lo que es un aborto y de lo que representa, tanto para el niño al que se le impide nacer, como para la madre que quedará herida a causa de ese aborto. Ni que decir tiene que conozco bien el tema. He estado dirigiendo el Museo de la Vida de Cidevida Barcelona durante tres años y me dedico a ayudar a personas que han sufrido por un aborto provocado, a través de la Asociación NO MÁS SILENCIO,  para tratar el Síndrome Postaborto, un espectro del Síndrome de Estrés-postraumático, un síndrome estudiado en todos los manuales de psiquiatría y que alude al sufrimiento indescriptible de toda persona afectada por un trauma, ya sea por una guerra, o por mil causas que no nos detendremos en este momento a enumerar, pues existen traumas a muchísimos niveles. El aborto es uno de ellos. 
Les presento tres documentales. Los tres exponen la vivencia de personas que han trabajado en la “industria” más productiva de dinero, en la industria del aborto, es decir, vivían de lo que les reportaba el aborto provocado.  Con los años, entendieron que aquello era un error de consecuencias inimaginables, tanto para los bebés abortados, como para las mujeres que abortaban y sus familiares, así como para con el propio personal que se veía envuelto en dichos asesinatos. Y es que matar bebés tiene gravísimas consecuencias, especialmente psicológicas. Les presentamos “El Grito Silencioso” del Dr. Bernard Nathanson, médico abortista gran parte de su vida, que en el propio documental afirma haber asesinado a 75.000 bebés, entre ellos a su propio hijo. “Cambio de agujas”, un documental corto, que en este caso hace una entrevista a Abby Johnson, una joven que trabajó en la mayor indrustria estadounidense del aborto, Planned Parenthoth. Y un tercer reportaje titulado “Blood Money” o “Dinero de Sangre” donde varias personas, entre ellas la responsable de una mal llamada clinica de abortos, explica entre lágrimas, todo el entramado que se esconde tras este sucio y execrable negocio. 
Creo que cualquier persona con un mínimo de sentimientos y de capacidad de raciocinio, tras ver estos documentales entenderá que su postura frente a cualquier aborto provocado debiera ser absolutamente negativa. 
Siempre ¡¡¡¡SÍ A LA VIDA!!!!

SIN CONTRATO SEXUAL,NO HAY CONTRATO SOCIAL..................

SIN CONTRATO SEXUAL, NO HAY CONTRATO SOCIAL



Sin embargo, por causa de las fornicaciones tenga cada uno su propia mujer, y tenga cada una su propio marido (1Co 7,2)

En las brumas de los tiempos, la Tierra era un paraíso. Pero ahí estaba el ancestro del hombre, que transgredió todas las leyes de la naturaleza, y tras liquidar todo el alimento y expulsar o liquidar a sus competidores, tuvo que contar sólo consigo mismo y echar mano del árbol de su propia vida (¡uf!), meterse a creador (¡o a criador!), “hacerse como Dios”. ¿Y qué creó? ¿Qué crió? De su propia carne creó al esclavo. ¡Gran creación! ¿No fue la esclava? También, pero no sólo. Cierto que cuando el Ritual Romano del Matrimonio proclamacompañera te doy, que no esclava, es porque la inclinación del hombre a esclavizar a la mujer, tenía ya un largo recorrido.
Dios había visto que el hombre estaba solo, solo e incompleto, y que así era imposible la vida. Y por eso creó la sociedad hombre-mujer. El primer cimiento de la sociedad humana. Pero con la mala inclinación a dominarla y esclavizarla:Tu ansia te llevará a tu marido y él te dominará  (Gn 3,16).  Por eso Dios empuja al hombre hacia el bien y le dice: Compañera, no esclavaContrato sexual, acuerdo, avenencia, no servidumbre, no esclavización, no la pata o el alma quebrada y atada a la cama.
Desde que el hombre crea al esclavo sacándolo de sí mismo, del mismo modo que narra el Génesis que sacó Dios a Eva de una costilla de Adán (cf. Gn 2,22), todo su afán es ser señor y tener esclavos. Papeles que van rotando frenéticamente a lo largo de la historia. Y es la fuerza la que determina quién es señor y quién esclavo.
Pero en este nuevo invento humano, puesto que la hembra humana, la mujer, es capaz de prestarle al hombre un servicio que éste ambiciona con enorme codicia, es ella la que precisamente por su condición de hembra-bien-codiciado soporta con mayor frecuencia el papel de “esclava”. De manera que en muchas civilizaciones a lo largo de la historia de la humanidad, mujer y esclava han sido casi sinónimos. Y esta sinonimia es más cierta en lo referente a su función sexual. En pocas civilizaciones se ha librado la mujer de la servidumbre sexual. Pero consolémonos, que no es ella sola: también hombre y esclavo han sido sinónimos durante la mayor parte de la historia de la humanidad. Tanto para la esclava (sexual) como para el esclavo (laboral), en el otro bando estaba el señor. Ésa fue la singularísima forma de socialización con que se estrenó el hombre fuera del paraíso. Sin contrato, claro está. Lejos, inmensamente lejos del contrato social de Rousseau.
Rousseau impresionó al mundo con su libro El Contrato Social, en el que desarrolla la fundamentación lógica del traspaso de la soberanía del rey-soberano, al pueblo-soberano, para mantener el modelo de socialización de la monarquía. Y recurre, como en su día el feudalismo, a un hipotético contrato entre el súbdito-ciudadano y el que ostenta el poder, ya sea hereditario o electivo. Y en cambio pasa por alto el “contrato sexual” que, éste sí, es el cimiento de toda sociedad.
Pero una vez abolida la esclavitud, la apetencia del hombre por la mujer no disminuyó ni un ápice, y por consiguiente el hombre se buscó la manera de seguir gozando de ella sin incurrir en esclavización. Inventó por tanto el CONTRATO SEXUAL.
El primero que conocemos en nuestra civilización es el matrimonio, que convivió con la esclavitud sexual propia de otras dos instituciones: la prostitución y elcontubernio o concubinato. En el matrimonio, el estado social de la mujer era el de “libre”; en las otras instituciones, su estatus era el de esclava. Tal como en la prostitución y el contubernio no había más que opresión sexual (el amo utilizaba el sexo como incentivo para granjearse la fidelidad y el rendimiento laboral de los esclavos; el trabajo sexual de las esclavas era intensivo por tanto), en el matrimonio prevalecía la represión sexual, a la que luego y durante más de mil años se llamó fidelidad: porque a los romanos (que ellos fueron los fundadores del matrimonio tal como lo conocemos en occidente) de la esposa les interesaba más el heredero (y por tanto, la función de madre: de ahí matri-monio) que la satisfacción de sus apetitos, para la que disponían sin restricción de esclavas y esclavos (las “costumbres” romanas obligaban a los amos a sodomizar a los esclavos para hacerles sentir así su total dominación).
Muchísimo antes que la conversión del trabajo esclavo en trabajo contractual (que no es lo mismo que liberarse de la esclavitud del trabajo), fue la conversión del sexo esclavo en sexo contractual. Que tampoco fue lo mismo que librarse la mujer de la servidumbre sexual. Como en el trabajo, lo que hasta entonces había tenido el carácter de obligatorio, pasó a tener el de “voluntario”. Es la misma idea del “contrato social” de Rousseau pero aplicado a la primera célula de toda sociedad, que es la pareja de un hombre y una mujer (pero no unida por la fuerza de él sobre ella, sino por el contrato matrimonial).
Fue en efecto el matrimonio, la primera fórmula de contrato sexual. Pero muy lejos del sexo esclavo, puesto que en el contrato se incluía como parte fundamental y conditio sine qua non, el derecho de maternidad de la mujer (asociado al derecho de paternidad del hombre).
Este “contrato sexual” que era a la vez un “contrato social” funcionó perfectamente en la sociedad esclavista para los hombres y mujeres libres, puesto que quedaban esclavas para cargar sobre ellas la sobrecarga sexual que no desearan las esposas-madres. Pero lo realmente difícil fue acabar con el sexo esclavo, igual que es muy difícil (nunca se ha conseguido) acabar con los niveles de explotación laboral que hacen esclavo el trabajo). Ahí tenemos la prostitución, la esclavitud sexual por antonomasia (que el feminismo se ha empeñado en transformar en “trabajo sexual”) que, instituida en nuestra civilización por los romanos, ha vencido el paso de los milenios y sigue enormemente próspera.
Pero quedaba la otra fórmula de esclavitud sexual, el contubernio, mucho más próximo al matrimonio y más fácil por tanto de convertirlo en contractual, es decir en “contrato sexual”. Y eso es lo que hizo el cristianismo: convertir en matrimoniales (contractuales por tanto) las uniones contuberniales: despojándolas en la medida de lo posible de su carácter coactivo en lo que respecta a su función sexual fundacional. Pero no era tan fácil liberar a la concubina de la obligación que le había impuesto el amo de hacer de esclava sexual del esclavo. Mientras la esposa estaba en régimen de represión sexual, la concubina estaba en régimen de opresión sexual.
Y bien, con esos mimbres el cristianismo tejió el matrimonio, sagrado por más señas, e indisoluble: para proteger a la mujer de los tremendos abusos del divorcio romano y del repudio judío. Se la dotó del derecho de maternidad y de familia (indispensables para la construcción de la sociedad); pero no se consiguió liberarla de la opresión sexual que le había impuesto el contubernio. San Pablo, en efecto, formulando un perfecto “contrato sexual” bajo la ficción de que hombre y mujer son sexualmente iguales, establece: “El marido debe cumplir son su mujer el deber conyugal, y la mujer con su marido. La mujer no tiene potestad sobre su cuerpo, sino el marido. Como tampoco el marido la tiene sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os esquivéis el uno al otro… (1Co 7,3)Clarísimo: los dospor igual tienen deberes sexuales recíprocos. Así que nada de esquivar el sexo. Ni él, ni ella. Un contrato sexual tan perfecto como el contrato social de Rousseau.
Ciertamente un contrato sexual tan cogido por los pelos como el contrato social de Rousseau. Y que, como éste, tiene numerosos agujeros negros. Mucha más imposición de la que admite el contrato (de hecho, no admite ninguna, porque en ambos contratos, “voluntariamente” se cede el poder a la contraparte). Y cuando una de las partes constata o simplemente “siente” que se está incumpliendo el contrato, aflora la violencia. Violencia sexual en el contrato sexual, y violencia social en el contrato social. Voilà!  Sólo la gracia renovada del sacramento es capaz de vencer la debilidad del ser humano pecador y levantarlo, desde el contrato matrimonial, hasta la santidad de Dios.