El mundo ha permitido que el crimen del aborto se haya convertido en un “derecho”
Ése artículo ha generado muchísimas visitas, en estos momentos, las estadísticas nos señalan que han entrado a leerlo hasta ahora 44.956 personas. Como es natural, hemos recibido varios comentarios, algunos a favor, y otros en contra. Lo que está claro es que se ha generado un interés importante, motivo que me obliga, en conciencia, a escribir otro nuevo artículo para aclarar a todos aquellos que defienden el aborto, que éste es el mayor crimen que se puede inflingir contra los seres humanos no nacidos, pues les impide el primer derecho: ¡¡¡¡VIVIR!!!!
Llevo muchos años trabajando en la defensa de la vida. Quizás porque soy madre de 10 hijos y he tenido la oportunidad de entender que desde que una mujer se queda embarazada, ya desde sus inicios, su propio cuerpo sufre una serie de cambios perceptibles en las horas o días posteriores a la concepción, es que me pongo a escribir. Todos esos cambios obedecen a una razón: el cuerpo de la madre está preparando el anidamiento de ese ser humano, de su hijo, y su sistema hormonal procura que no sobrevenga un período, que eliminaría esa vida incipiente. El cuerpo logra, sabiamente, cambiar el curso normal del ciclo femenino para retener a ese ser y no abortarlo de modo espontáneo. De ahí los cambios palmarios que muchas mujeres manifiestan en su propio cuerpo, apenas pasados pocos días de la fecundación.
Hoy quiero usar tres documentales impresionantes, que desmontan todas las falsedades de quienes están a favor del aborto. Uso de estos medios con la esperanza de que muchas personas comprendan el por qué el aborto es un crimen, un asesinato. Muchas de estas personas han sido informadas de manera sesgada y a las que se les ha vendido el aborto como un derecho o como un método de salud. Estoy segura de que estas personas nunca profundizaron en este tema, pero es preciso darse cuenta de lo que es un aborto y de lo que representa, tanto para el niño al que se le impide nacer, como para la madre que quedará herida a causa de ese aborto. Ni que decir tiene que conozco bien el tema. He estado dirigiendo el Museo de la Vida de Cidevida Barcelona durante tres años y me dedico a ayudar a personas que han sufrido por un aborto provocado, a través de la Asociación NO MÁS SILENCIO, para tratar el Síndrome Postaborto, un espectro del Síndrome de Estrés-postraumático, un síndrome estudiado en todos los manuales de psiquiatría y que alude al sufrimiento indescriptible de toda persona afectada por un trauma, ya sea por una guerra, o por mil causas que no nos detendremos en este momento a enumerar, pues existen traumas a muchísimos niveles. El aborto es uno de ellos.
Les presento tres documentales. Los tres exponen la vivencia de personas que han trabajado en la “industria” más productiva de dinero, en la industria del aborto, es decir, vivían de lo que les reportaba el aborto provocado. Con los años, entendieron que aquello era un error de consecuencias inimaginables, tanto para los bebés abortados, como para las mujeres que abortaban y sus familiares, así como para con el propio personal que se veía envuelto en dichos asesinatos. Y es que matar bebés tiene gravísimas consecuencias, especialmente psicológicas. Les presentamos “El Grito Silencioso” del Dr. Bernard Nathanson, médico abortista gran parte de su vida, que en el propio documental afirma haber asesinado a 75.000 bebés, entre ellos a su propio hijo. “Cambio de agujas”, un documental corto, que en este caso hace una entrevista a Abby Johnson, una joven que trabajó en la mayor indrustria estadounidense del aborto, Planned Parenthoth. Y un tercer reportaje titulado “Blood Money” o “Dinero de Sangre” donde varias personas, entre ellas la responsable de una mal llamada clinica de abortos, explica entre lágrimas, todo el entramado que se esconde tras este sucio y execrable negocio.
Creo que cualquier persona con un mínimo de sentimientos y de capacidad de raciocinio, tras ver estos documentales entenderá que su postura frente a cualquier aborto provocado debiera ser absolutamente negativa.
Siempre ¡¡¡¡SÍ A LA VIDA!!!!
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