Ministros de Dios que incitan al pecado
Jesús es tentado por el diablo en el desierto y en el Génesis que nos trae los relatos de la creación de la humanidad, también vemos como son tentados Adán y Eva. Vemos pues que el diablo existe aunque muchos no lo quieran admitir. Es doctrina de la Iglesia como nos lo enseña el Catecismo en sus numerales 391-398.
La primera lectura en Génesis 2, 7-9-3,1,7 Nos dice que Dios modeló al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida.
Es una hermosa expresión: Modeló, que nos hace pensar en Dios como el Alfarero que elabora su vasija con barro y le da la forma que Él quiere. Somos polvo, arcilla en sus manos como nos recuerda la visión del profeta Jeremías 18,1-6. No somos una obra acabada porque el Señor sigue trabajando en nosotros. Lo único que tenemos que hacer es no oponer resistencia a su Gracia, sólo dejarnos moldear.
Al pensar en el alfarero, lo visualizo con las manos sucias por el barro y pienso en la pasión con la que Dios nos ha hecho, algunas veces retomando ese barro y trabajándolo de nuevo hasta que ve que su obra es perfecta y se siente feliz de lo que ha hecho, como está escrito en el relato de la creación, en el que después de cada día, dice que Dios vio que estaba bien.
Por nuestra realidad de barro, el primer hombre se llamó Adán, que viene de una palabra hebrea אדמה Adamah, es decir, tomado de la tierra. Y por esa condición al momento de morir regresaremos a la tierra, al polvo. Pero la grandeza de nuestra condición es que no somos sólo polvo sino que hemos sigo creados a imagen y semejanza de Dios, por eso el diablo nos odia tanto, no soporta la Gracia de Dios en nosotros.
Dios insufló en el hombre el ánima, que en hebreo se dice Nefesh נפש. El ser animado por el soplo vital. También podemos pensar en el Ruah רוח, el soplo, el Espíritu del Señor.
Queda claro que si Dios prohibió a Adan y a Eva comer del árbol que estaba en medio del jardín, es porque los había creado con libertad de elección, porque tenían una voluntad propia. De lo contrario Dios no habría tenido que advertirles nada porque no estaría en sus posibilidades.
La serpiente representa al Tentador, el Diablo que es un mentiroso, por eso engaña a la mujer diciéndole que no es verdad que morirán si comen del fruto, contradiciendo las palabras del Señor. Por eso siempre será una clave de discernimiento cualquier situación en la que seamos tentados, si vemos que contradice los Mandamientos de la Ley de Dios. Bueno el demonio es tan astuto que nos puede tentar hasta con la misma Palabra de Dios cuando nos incita a interpretarla mal para nuestro propio beneficio como pretendió tentar a Jesús, citando la misma Sagrada Escritura.
El grande pecado de la humanidad es querer ser igual a Dios, estar al centro. El árbol aparece apetitoso a la vista de la mujer. Así es la tentación pues nunca se presentará desagradable, de lo contrario nadie caería en ella. Detrás de la apariencia de belleza se esconde un veneno que nos quita la gracia, la alegría, la paz. Al comer del fruto se les abrieron los ojos pero no para tener la sabiduría de Dios, sino para sentirse desnudos de la Gracia, para ver su nada. En los versículos que siguen y que no vienen proclamados en la Liturgia de este día, se nos dice que cuando sintieron los pasos del Señor, Adán y Eva se ocultaron de su presencia. Cuando estamos en pecado no resistimos la presencia de Dios, el pecado nos avergüenza, nos aleja, nos aísla.
Hoy en el Evangelio de Mateo vemos que Jesús es conducido por el Espíritu en el desierto. Aquí entendemos que es el Espíritu Santo. Jesús es dócil y se deja conducir. Inmediatamente después del Bautismo y antes de iniciar su Ministerio va al desierto y está sin comer cuarenta días y cuarenta noches. La Iglesia nos permite vivir este tiempo fuerte de Cuaresma, como cuarenta días de preparación para el gran día de la Pascua del Señor.
Jesús siente hambre y el diablo lo tienta con el pan. Lo tienta a que demuestre su poder. Así somos tentados en la vida cuando teniendo algún poder, lo utilizamos para nuestro propio beneficio.
El Señor nos recuerda que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. Que nuestro alimento espiritual sea todos los día su Palabra que da vida, que nos hace crecer para el Cielo.
El diablo lo tienta citando la Sagrada Escritura, concretamente el Salmo 91. Lo invita a lanzarse desde la parte más alta del templo de Jerusalén porque está escrito que Dios mandará a sus ángeles para que su pie no tropiece en la piedra. Realmente esta estrategia del diablo me produce miedo porque actualmente vemos en la Iglesia a muchos pastores que están haciendo caer muchas almas en el infierno. Precisamente los que están llamados a llevar a las almas hacia Dios, las están llevando al precipicio. Me viene a la mente el famoso Monseñor Charamsa que en octubre del 2015 en las Vísperas del Sínodo de la Familia, se declaró abiertamente homosexual y presentó su pareja a los medios de comunicación. Este sacerdote polaco trabajaba en el Santo Oficio, hoy Congregación para la Doctrina de la Fe y era Profesor de la Gregoriana en Roma.
El día de sus declaraciones fue el comienzo de los dolores de parto de un Sínodo que reflexionó sobre la Familia y que dio como fruto amargo el documento del Papa Francisco, mal llamado Amoris Laetitia. La salida del Closet como el mismo Charamnsa lo llama, fue el comienzo de los vientos de tempestad que hoy zarandean la barca de la Iglesia.
En el texto que hemos proclamado, el diablo le dice a Jesús que se lance de la parte más alta del templo de Jerusalén porque está escrito que el Señor mandará a sus ángeles para que su pie no tropiece en la piedra. El diablo sabe de memoria la Sagrada Escritura y la utiliza para tentar. Pienso hoy en tantos teólogos que conociendo la doctrina de la Iglesia están enseñando falsedades, pienso en los exegetas que están interpretando la Biblia a su antojo para justificar sus pecados. El mismo Charamsa conoce bien qué enseña la Iglesia al haber trabajado en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ante Dios tiene no sólo su pecado de sodomía sino por llevar por ese camino a su compañero sexual. Es posible que ese hombre no tenga el mismo conocimiento de la Palabra de Dios que tiene el Monseñor. Seguramente le estará diciendo que Dios no los condena. Un ciego guiando a otro ciego. Dice el Señor que al que más se le da más se le exige.
Y sobre Amoris Laetitia que ya se han dicho tantas cosas, puedo decir también que es instrumento del Maligno para incitar al pecado del adulterio.
Francisco que debería seguir el mandato del Señor, de confirmar en la fe a los hermanos, lo que está haciendo es mandando a todos por el precipicio cuando nos dice a los sacerdotes que debemos estar cercanos a los jóvenes que han decidido vivir juntos si casarse. Yo fiel hijo de la Iglesia y sacerdote por gracia de Dios, no obedeceré a sus consejos que no vienen de Dios. “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” Hechos 5,29.
Este pontificado es desastroso. Ya estamos hartos de sentir como un disco rayado, al Papa hablando de cambio climático, inmigración, economía, cuidado del Medio Ambiente y de política. Y de Jesucristo como único Camino de Salvación no nos dice nada, al contrario coloca el cristianismo al mismo nivel de cualquier religión. Qué pobreza intelectual y sobre todo teológica la de este hombre. Ya no sabe más que decir cada día. Y la gente exaltada con cada una de sus palabras que en un par de minutos dan la vuelta al mundo. Esta mañana en el Angelus dijo: “Ojalá tratáramos a la Biblia como tratamos nuestro teléfono celular”. Suena muy bonita esa reflexión pero no es una novedad suya. Este mensaje ya estaba circulando por internet desde hace mucho tiempo. Lo pueden ver aquí y aquí. Seguramente esta mañana se levantó y dijo: Uyyy, hoy es domingo y debo decir algo en el Angelus y no he preparado nada, y se fue a buscar por internet y se encontró este hermoso mensaje. Ahora como lo dijo el Papa, será viral y todos dirán: “Tan bello el Papa, nunca nadie había hablado así como él”.
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