jueves, 29 de junio de 2017

DIOS ES JUSTO?


Dios es Juez Justo (Sal. 7,11)

ROMANOS CAPÍTULO 2 CÓMO JUZGA DIOS A LOS HOMBRES DOCE PRINCIPIOS DE JUICIO.
Introducción Pablo ha mostrado clara y convincentemente que el hombre GENTIL, incrédulo, está perdido y está sin excusa ante Dios (Romanos 1:17-32). Ahora, en la primera parte del capítulo 2, él mostrará que el hombre MORAL está perdido y sin excusa. Luego, en el capítulo 2 y en el capítulo 3, él mostrará que el hombre RELIGIOSO (el judío) está perdido y sin excusa.
Hay una PALABRA CLAVE que se encuentra en los primeros 16 versículos del capítulo 2. Es la palabra “JUZGAR” o “JUICIO” (ver versículos 1, 2, 3, 5, 12, 16). En el versículo 1 vemos al hombre juzgando, pero al empezar el versículo 2, tenemos a Dios en el trono del juicio, lo cual es justo y apropiado. Dios es el JUEZ justo y perfecto y en estos primeros 16 versículos encontraremos varios PRINCIPIOS DE JUSTICIA. Estos importantes principios nos ayudarán a entender qué clase de Juez es Dios y cómo ÉL ejerce y lleva adelante Su juicio.
PRINCIPIO DE JUICIO #1: EL HOMBRE MORAL ES DECLARADO SIN EXCUSA ANTE DIOS, EL JUEZ JUSTO-.
Romanos 2:1 Inexcusable significa “sin defensa alguna” (comparar Romanos 1:20). No tiene nada que decir, se le tapa la boca (comparar Romanos 3:19); es culpable y lo sabe.
Este versículo está hablando de la persona que está juzgando a otra, condenando las acciones de otra. Por lo tanto, está hablando de la persona moral (la persona con discernimiento moral, la persona que emite un juicio moral sobre alguien). Hay una diferencia entre el hombre moral y el hombre impío. En Romanos 1:32 el hombre impío APRUEBA y APLAUDE la conducta pecaminosa, pero en Romanos 2:1, el hombre moral DESAPRUEBA y JUZGA la conducta pecaminosa.
El hombre moral condena al otro por su conducta pecaminosa, pero puesto que él es culpable de la misma cosa, él está, en efecto, condenándose a sí mismo. Este principio puede ilustrarse de tres maneras:
1. Judá (Génesis 38:12-26). ¿Judá pronunció un juicio sobre alguien (v.24)? ¿Era Judá culpable de lo mismo? ¿Judá quedó silenciado, sin excusa y sin nada que decir (v.26)? Al condenarla a ella, ¿se condenó a sí mismo?
2. David (2 Samuel 12:1-9 y ver 2 Samuel 11 para el contexto). ¿David pronunció un juicio sobre alguien (2 Samuel 12:5-6)? Al emitir ese juicio, ¿se estaba en realidad condenando a sí mismo (v.7)? ¿David se vio forzado a admitir su culpa (v.13)?
3. Juan 8:1-11. Estos judíos emitieron un juicio sobre una mujer culpable, pero luego se dieron cuenta que ella no era la única culpable. Estos hombres religiosos y morales tuvieron que retirarse sin decir palabra. EL PRINCIPIO: la razón por la cual reconocemos tan fácilmente el pecado en otros es porque lo vemos tanto en nosotros mismos. Cuando levantamos nuestro dedo acusador sobre alguien, hay tres dedos que señalan hacia el acusador.
Romanos 2:2 PRINCIPIO DE JUICIO #2: EL JUICIO DE DIOS ES SEGÚN VERDAD. Sabemos = estamos seguros
Un juez humano está limitado cuando se trata de conocer la verdad y de averiguar la verdad de los hechos. Tiene que depender del testimonio de los hombres, muchos de los cuales mienten, aún bajo juramento. La gente puede fallar en decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, pero esto no es problema para Dios. La verdad de los hechos está abierta y desnuda ante ÉL. ÉL no necesita de testigos ni de jurado, porque Él ha visto personalmente todo crimen y todo pecado que jamás se haya cometido. ÉL conoce todos los hechos (ver Hebreos 4:12-13). ÉL nunca representa mal el caso de una persona. Podemos estar seguros de que el juicio de Dios siempre está de acuerdo con la verdad.
Romanos 2:3 PRINCIPIO DE JUICIO # 3: EL JUICIO DE DIOS ES INEVITABLE
La respuesta a la pregunta de este versículo es obvia: ¡NO! No hay escape. Si una persona piensa que puede escapar al juicio de Dios, está muy equivocada. No hay tal cosa como el “crimen perfecto”. Los hombres podrán eludir la justicia humana, pero nunca escaparán a la justicia divina (comparar Amós 9:1-3).
Romanos 2:4 PRINCIPIO DE JUICIO #4: EL HOMBRE NO DEBERÍA ALEJARSE DE DIOS (V.3 — ES IMPOSIBLE “ESCAPAR”), SINO DEBERÍA ACERCARSE A DIOS (V.4 — EL ARREPENTIMIENTO ES ESENCIAL).
Benignidad = bondad, generosidad. La benignidad de Dios se extiende hacia todos los hombres (ver Mateo 5:45 y Hechos 14:17).
Paciencia = retener. Dios retiene Su Juicio; Dios retarda Sus castigos; ÉL no juzga de inmediato el pecado.
Longanimidad = toma tiempo en enojarse, lento para la ira. Esto no significa que Dios nunca se enoja, pero significa que ÉL es lento para enojarse. Su longanimidad no durará para siempre.
El hecho de que Dios sea bueno y paciente y sufrido debería llevar al hombre al arrepentimiento. Los hombres deben apresurarse en venir a Dios en busca de Su misericordia. En lugar de ello, los hombres desprecian a Dios, endurecen su corazón y se niegan a arrepentirse. Hoy en día, durante la edad de la gracia, la benignidad y la gracia y la misericordia de Dios abundan hacia todos los hombres, pero aún así, el hombre no quiere arrepentirse. Durante el período de la tribulación, la severidad y el juicio y las plagas de Dios abundarán sobre todos los hombres, pero aún así, los hombres se negarán a arrepentirse (ver Apocalipsis 9:20-21). Sin embargo, cuando un pecador se arrepiente, sea ahora o entonces, hay gran alegría en el cielo (Lucas 15:7, 10).
Romanos 2:5 PRINCIPIO DE JUICIO # 5: HABRÁ UN DÍA DE JUICIO FINAL PARA LOS IMPÍOS
Este día de juicio es descrito como “el día de la ira y de la revelación de los justos juicios de Dios”. Este día del juicio final para los impíos también se describe en 2 Pedro 3:7 (“el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos”) y en Apocalipsis 20:11-15.
Dureza: los corazones de los hombres se endurecen más y más cuando se niegan a responder a la benignidad y paciencia y longanimidad de Dios. No arrepentido (impenitente): describe a una persona que no quiere arrepentirse (comparar los dos criminales en la cruz -- uno se arrepintió y el otro permaneció impenitente).
Atesoras para ti mismo ira = atesorar ira, amasar ira. En vez de acumular tesoros en el cielo (Mateo 6:19-20), ellos estaban atesorando ira desde el cielo (almacenándolo para aquel día final).
PRINCIPIO DE JUICIO # 6: EL JUICIO DE DIOS ES PERFECTAMENTE JUSTO Es llamado “el justo juicio de Dios”. Dios, el Juez justo, no comete errores. Ver Génesis 18:25 y Romanos 9:14. Cuando el Juez divino llega a una resolución, tiene que ser JUSTA. El castigo (la pena) también tiene que ser justo. Dios no comete errores. El Juez de toda la tierra hará lo que es justo. Él no puede hacer mal. Todo ocupante del infierno lo merecerá totalmente. Romanos 2:6
PRINCIPIO DE JUICIO #7: EL JUICIO DE DIOS ES JUSTO –TODO HOMBRE RECIBIRÁ EXACTAMENTE LO QUE MERECE
“Dios pagará (devolverá) a cada uno (cada hombre) conforme (de acuerdo) a sus obras”. Aquí tenemos la realización de una justicia perfecta. Dios evalúa las obras de un hombre y juzga de acuerdo a ellas. El castigo será equivalente al delito. Todo hombre recibirá su debida recompensa, sea buena o mala.
Esta misma enseñanza se encuentra en los siguientes pasajes: Mateo 12:36-37 (los hombres serán juzgados de acuerdo con sus palabras); Mateo 16:27 (todo hombre será recompensado según sus obras); Romanos 12:19 (Dios pagará a los hombres por el mal que han hecho); 2 Timoteo 4:14 (Dios pagará a este hombre malo conforme a sus obras); Apocalipsis 18:4-6; Jueces 1:7 (“Como yo hice, así me ha pagado Dios”); 2 Samuel 3:39; Salmo 28:4; Salmo 62:12; Salmo 94:1-2; Proverbios 22:12; Lamentaciones 3:64 y Jeremías 17:10.
Felizmente, Dios no es solo un Dios de JUSTICIA, sino ÉL es también un Dios de GRACIA. De acuerdo con la JUSTICIA, el pecado tiene que ser juzgado y castigado. De acuerdo con la GRACIA, el pecado puede ser perdonado y remitido (ver Salmo 103:3 y Efesios 1:7). Dios es un Dios de juicio, pero ÉL también es un Dios de gracia (Salmo 103:8). Salmo 103:10 es verdad sólo por la GRACIA DE DIOS. La maravillosa verdad del evangelio es que Dios puede ser misericordioso con el hombre pecador SIN COMPROMETER SU JUSTICIA. El Señor Jesús murió por nuestros pecados, de modo que Dios trató con Cristo de acuerdo con nuestros pecados y Dios ha pagado a Cristo según nuestras iniquidades (compare Salmo 103:10). Dios permanece JUSTO (porque ÉL ha derramado Su juicio y Su ira sobre Cristo) y al mismo tiempo ÉL puede JUSTIFICAR benignamente al pecador que confía en Su Hijo (Romanos 3:26; 4:5). ¡Alabado sea Dios!
Romanos 2:7-10 PRINCIPIO DE JUICIO # 8: DIOS CASTIGA A QUIENES HACEN MAL Y RECOMPENSA A QUIENES HACEN BIEN
Note la estructura de estos versículos (paralelismo invertido): Versículo 7—así es como Dios recompensará a los que hacen bien A.1 Versículo 8—así es como Dios recompensará a los que hacen mal B.1 Versículo 9 – así es como Dios recompensará a los que hacen mal B.2 Versículo 10 –así es como Dios recompensará a los que hacen bien A.2
Aquí hay alguna ayuda con algunas palabras. “Pagará” (v.6) = devolver, retribuir, recompensar (dar a una persona justo lo que se ha ganado)
“Contenciosos” (v.8) = egoístas, ególatras
“Al judío primeramente” (v.9) – ¿Por qué los judíos son los primeros en el juicio? Porque de acuerdo con Lucas 12:48, “a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará”. A los judíos se les había dado mucho (ver Romanos 3:1-2 y Romanos 9:1-5). A quienes se ha dado más, son más responsables. No es irracional que el Juez pregunte, “¿Qué has hecho con toda la luz y la verdad que te he dado?” Ejemplo: Una persona inconversa que vive cerca de una iglesia que predica la Biblia en América, es mucho más responsable que una persona inconversa que vive en una tribu de la jungla donde no hay testimonio del evangelio. Esto no significa que ese habitante de la jungla no sea juzgado, pero el juicio de Dios será más severo hacia la persona que ha tenido tal privilegio y oportunidad.
Romanos 2:14-15 Los gentiles no tienen la ley escrita de Dios. Ellos no tienen la ley de Moisés. Pero de acuerdo con estos versículos, ellos tienen la ley de Dios EN ELLOS, “escrita en sus corazones”. Aunque ellos nunca han visto una copia de los Diez Mandamientos, ellos saben que está mal matar, robar, mentir, etc. Y sus conciencias los condenan cuando hacen esas cosas. Aquí hay dos ejemplos:
1) Hechos 28:3-4. Estos bárbaros nunca habían visto los Diez Mandamientos, pero de algún modo sabían que el asesinato era malo y que era castigado con la pena de muerte.
2) Génesis 26:6-11. Este rey pagano nunca había visto los Diez Mandamientos, sin embargo sabía que el adulterio era malo.
“Acusándoles” = “Tu eres culpable. Lo que has hecho está mal”. “Defendiéndoles” = “Tu no eres culpable. Lo que hiciste está bien”. Cuando hacen BIEN, su conciencia aplaude y aprueba. Cuando hacen MAL, su conciencia los condena y dice “eres culpable”.
De modo que los judíos pecaron al fallar en hacer lo que la ley de Moisés les mandaba hacer. El gentil pecaba al fallar en hacer lo que su conciencia le indicaba hacer. Tanto el judío como el gentil fallaron en vivir de acuerdo con la luz que Dios les había dado. Ambos están condenados ante Dios.
Romanos 2:16 (Esta frase es la continuación del versículo 12). “En el día” –Ver el versículo 5 que también describe ese día. “Secretos” = cosas escondidas
PRINCIPIO DE JUICIO # 11 – NADA ESTÁ ESCONDIDO O GUARDADO EN SECRETO ANTE EL JUEZ
Compare Hebreos 4:12-13 y Mateo 10:26. En Apocalipsis 20:12 leemos que los libros serán abiertos y que todos los secretos serán revelados. Dios guarda un fiel registro de todo lo que hemos pensado o dicho o hecho.
“Por Jesucristo” = el Juez de todos los hombres no será otro sino Jesucristo Mismo (ver Juan 5:22, 27). Dios el Padre ha entregado todo el juicio a Su Hijo.
PRINCIPIO DE JUICIO # 12 – JESUCRISTO SERÁ EL JUEZ SUPREMO, ANTE QUIEN APARECERÁN TODOS LOS HOMBRES
“Conforme a mi evangelio” – el evangelio que predicaba Pablo incluía el JUICIO DE DIOS (comparar Romanos 1:16-18 y Hechos 17:31). El evangelio no es presentado correctamente si no se dice nada sobre el juicio de Dios.

BASES PARA LA DEVOCION AL INMACULADO CORAZON DE MARIA

Bases para la Devoción al Inmaculado Corazón de María




A través de los siglos, los papas, los santos y los buenos y santos teólogos, han enseñado la importancia de la devoción y de las oraciones dirigidas a la Santísima Virgen María. Es necesario que recemos a la Santísima Virgen María como nos lo enseñaron los santos.

La Santa Iglesia Católica, pilar y fundamento de la Verdad, inspirada y guiada por el Espíritu Santo, ha enseñado constantemente esta doctrina y esta práctica a través de los siglos. La Santísima Virgen María es: “Vida, dulzura y esperanza nuestra” como nos lo enseña la Salve Regina, oración ya de 1000 años, que lo expresa tan bien. Estos títulos y estas realidades son defendidas contra los ataques de Protestantes y de Modernistas por San Alfonso María de Ligorio en su libro, Las Glorias de María.

El Papa León XIII nos dice que todas las gracias vienen de Dios, a través de la Sagrada Humanidad de Jesucristo, y luego llegan a nosotros de manos de la Santísima Virgen María. Por supuesto, vemos en este orden que Dios ha establecido para nuestra salvación que Dios está ante todo y sobre todo, luego la Humanidad Sagrada de Jesucristo y luego María Santísima, Madre de Jesús. Luego de María, sigue en importancia la Iglesia Católica. María es la Madre de la Iglesia y es ella el miembro más alto después de Jesucristo, cabeza de la Iglesia.

El rol de la Santísima Virgen en la conducción de las almas al Cielo es mejor y más ampliamente entendido por los fieles Católicos (en los últimos 150 años) desde la definición de la Inmaculada Concepción en 1854 y del dogma de la Asunción definido en 1950. La razón de este rol creciente de la Santísima Virgen está explicado por San Luís María Grignion de Montfort en un pequeño ensayo incluido en este librito.

Por supuesto, el diablo, quien es Su enemigo, ha lanzado un contraataque contra Ella y contra la devoción hacia Ella. Nosotros hemos visto que esto ha tenido lugar especialmente en los últimos 40 años, desde el cierre del Concilio Vaticano II.

La batalla por vuestra alma, en estos tiempos de Apostasía hace estragos, y cada uno de nosotros es el blanco; los que somos Sus hijos, los que creemos en Jesucristo Su Hijo y quienes lo obedecemos.

Además de las enseñanzas de los santos (como San Alfonso María de Ligorio, San Luis María, San Bernardo, San Antonio María Claret, San Maximiliano Kolbe y muchos otros), así como las de los papas, (especialmente desde 1750 a 1960) sobre la importancia, utilidad y necesidad de la devoción a Nuestra Señora, la Iglesia Católica, guiada por el Espíritu Santo, ha tenido una asombrosa serie de intervenciones Divinas de Nuestra Señora. Ella se apareció en la Rue-du-Bac en 1830, en La Salette en 1846, en Lourdes en 1858, en Knock en 1878, y sobre todo en Fátima en 1917.

Estas apariciones en Fátima han sido certificadas por la Iglesia Católica como dignas de creencia y por Dios mismo con el Milagro Apocalíptico del Sol, del 13 de Octubre de 1917, ante 70.000 testigos.
Es en el Mensaje de Fátima, por intermedio de la Hermana Lucía de Fátima, que tuvo lugar el gran ímpetu para el florecimiento de la devoción al Inmaculado Corazón. Esto está analizado más adelante en este librito.

Función Providencial de María en los Últimos Tiempos

por San Luis María Grignion de Montfort († 1715 a.D.)

Por  María comenzó la salvación del mundo, y por María debe consumarse.
María apenas se dio a conocer en la primera venida de Jesucristo, a fin de que los hombres, todavía poco instruidos y enseñados acerca de la Persona de Su Hijo, no se apartasen demasiado y se aficionasen demasiado imperfectamente a Ella, lo que probablemente hubiera sucedido, si María hubiese sido conocida, a causa de los admirables atractivos que Dios había puesto incluso en su exterior; lo cual es tan cierto que San Dionisio Areopagita nos dejó escrito que cuando la vió, la hubiera tomado por una divinidad, por sus incomparables atractivos y su incomparable belleza, si la fe en que estaba bien confirmado no le hubiera enseñado lo contrario (S.A., 842 Epistola ad Pauleum).
Pero en la segunda venida de Jesucristo, María habrá de ser conocida y revelada por el Espíritu Santo, a fin de lograr que por Ella los hombres conozcan, amen y sirvan a Jesucristo, pues entonces las razones que movieron al Espíritu Santo a ocultar a Su Esposa durante su vida y a no manifestarla sino escasamente, después que se predicó el Evangelio no subsistirán ya.

La existencia de esta Función y las Razones para ella:

Dios quiere, pues, revelar y manifestar a María, la obra más perfecta de sus manos, en estos últimos tempos:
  1. Porque Ella se ocultó en este mundo y se colocó debajo del polvo por su profunda humildad, habiendo alcanzado de Dios, de sus Apóstoles y de sus Evangelistas que no la diesen a conocer.

  2. Porque siendo Ella la obra más perfecta de Dios, tanto acá abajo por la gracia como en el Cielo por la Gloria, quiere Dios ser en Ella glorificado y ensalzado en la tierra por los hombres.

  3. Como es la aurora que precede y descubre al sol de justicia, Jesucristo, ha de ser conocida y vista, a fin de que lo sea su Hijo.

  4. Como fue el camino por donde Jesucristo vino la primera vez a nosotros, también lo será cuando venga la segunda, aunque no del mismo modo.

  5. Siendo María el medio seguro y el camino recto e inmaculado para ir a Jesucristo y hallarlo perfectamente, por Ella le deben encontrar también las almas que han de resplandecer en santidad. El que hallare a María, hallará la vida, (Prov. 8:35) es decir, a Jesucristo, Quien es el camino, la verdad y la vida (San Juan 14:6). Mas no es posible hallar a María ni no se la busca; no se la puede buscar si no se la conoce, pues no se busca ni se desea un objeto desconocido; es, púes, necesario que María sea mejor conocida que nunca, para mayor conocimiento y gloria de la Santísima Trinidad.

  6. En estos últimos tiempos, María ha de resplandecer más que nunca en misericordia, en poder y en gracia. En misericordia, para atraer y acoger a los pobres pecadores y extraviados que se convertirán y volverán a la Iglesia Católica. En poder, contra los enemigos de Dios, los idólatras, cismáticos, mahometanos, judíos e incrédulos obstinados; los cuales se revolverán terriblemente para seducir y derribar, con promesas y amenazas, a todos los que les sean contrarios. Finalmente, ha de resplandecer en gracia, para animar y sostener a los valientes soldados y fieles servidores de Jesucristo que luchen por sus intereses.

  7. Por último, María,  principalmente en estos últimos tiempos, ha de ser terrible al demonio y a sus secuaces, como un ejército en orden de batalla; porque sabiendo Satanás que le queda poco tiempo, y menos que nunca, para perder las almas, redoblará cada día sus esfuerzos y sus acometidas, suscitará en breve nuevas persecuciones, y tenderá terribles emboscadas a los siervos fieles y verdaderos hijos de María, a quienes le cuesta vencer mucho más que a los otros.
Ejercicio de esta Función en la Lucha contra satán:

Es principalmente de estas últimas y crueles persecuciones del diablo, que irán en aumento de día en día hasta que llegue el reino del Anticristo, que debe principalmente entenderse aquella primera y célebre predicción y maldición de Dios, lanzada contra la serpiente en el paraíso terrenal, que juzgamos oportuno explicar aquí, para gloria de María Santísima, salvación de sus hijos y confusión del demonio:
“Pongo enemistad entre ti y la Mujer, y entre tu linaje y el Suyo: Ella te aplastará la cabeza, y tu le morderás a Ella en el calcañar.” (Gen. 3:15)

sábado, 17 de junio de 2017

RECIBIR LA COMUNION EN PECADO

Sí, hijos míos, si pudiera describirles todas las consecuencias de un sacrilegio, ni uno de ustedes se atrevería a comulgar . Es narrado por san Godofredo, que era obispo de Amiens, que les había prohibido a los sacerdotes dar la absolución durante las fiestas de Pascua a todos los que habían comido carne durante la cuaresma. Un libertino, que era culpable de este delito, es decir que había comido carne, tomó el vestido de una mujer con el fin de engañar a su confesor. Este artificio le resulta, pero para su desgracia: porque cuando hubo recibido el cuerpo de Jesucristo, una fuerza invisible lo derribó, comenzó a espumar como una persona rabiosa, revolviéndose por tierra y murió en su furor. No, no, hijos míos, cualesquiera que sean los terrores que las comuniones indignas puedan poner en el corazón del hombre por los castigos espantosos que nos atraen, todavía no es nada si los comparamos a aquellos de los que Jesucristo hace caer sobre las almas; y estos castigos son ordinariamente, el endurecimiento durante la vida y la desesperación a la hora de la muerte. El buen Dios, en castigo de sus abominaciones, abandona a este desgraciado a su ceguera; el demonio, que le engañó durante su vida, se deja percibir sólo en el momento en que prevé que el buen Dios lo abandona; va de crimen en crimen, de sacrilegio en sacrilegio, acaba por no pensar más en eso y se traga la iniquidad como el agua; por fin, a pesar de todo el tiempo que tuvo y los socorros de la gracia, muere en el sacrilegio como vivió.
Aquí está un ejemplo muy sorprendente , narrado por un judío que se enteró de un sacerdote al que esto había ocurrido. El Padre Lejeune, cuando estaba en una misión cerca de Bruselas, narra un relato que dice tener de la boca del que fue testigo. Contaba que había cerca de una ciudad de Bruselas, una pobre mujer devota que, a los ojos del mundo, cumplía perfectamente bien sus deberes de religión. La gente la consideraba como una santa; pero la pobre desgraciada escondía siempre un pecado vergonzoso que había cometido en su juventud. Después de agravarse por la enfermedad de la que murió, estaba como desvanecida por un momento, y habiendo recobrado el conocimiento, llama a su hermana que la servía, diciéndole: “Hermana, estoy condenada". Esta pobre chica se acercó a su cama y le dice: “hermana, usted sueña, despiértese y encomiéndese al buen Dios.” – “Yo no sueño en absoluto, le dice, sé bien lo que digo. Acabo de ver el sitio que se me ha preparado en el infierno". Su hermana corre prontamente para buscar al señor cura. Él no estaba allí. Su hermano, que era el vicario, vino rápidamente a su casa para ver a la pobre enferma. Y es de su propia boca, nos dice el Padre Lejeune, que me enteré sobre los detalles, durante una misión. Acompañándonos, nos mostró la casa donde estaba esta pobre mujer. A todos nos hizo llorar cuando nos contó: habiendo entrado en la casa, se acercó a la enferma: “¡Pues bien! Mi estimada, ¿qué vio que le pareció tan horroroso? ” – “Señor, le respondió, estoy condenada; acabo de ver el sitio que se me ha preparado en el infierno, porque en otro tiempo, había cometido tal pecado.” Ella lo reconoció delante de todos los que estaban en la habitación. “Entonces, hija, dígamelo en confesión, y le absolveré de eso.” – “Señor, le dice, estoy condenada.” – “Pero, le dice el sacerdote, usted todavía vive y está en el camino de la salvación; si usted quiere, le daré una carta firmada con mi sangre por la cual me obligaré, alma por alma, a ser condenado en su lugar, en caso de que usted lo fuera, si usted le quiere pedir perdón a Dios y confesarse.” – El sacerdote estuvo tres días y tres noches en llanto cerca de esta enferma, sin poderle convencer de hacer ni un acto de contrición, ni de confesarle. Al contrario, un momento antes de morir, renegó del buen Dios, renunció a su bautismo y se consagró al demonio… Oh mi Dios, ¡que desgracia! Esto les asombra, sin duda, que haya muerto así, pudiendo reparar tan bien la falta que había cometido. Para mí, esto no me asombra, porque el sacrilegio es el más grande de los crímenes, bien se merece estar abandonada por el buen Dios, por no haber aprovechado el tiempo, ni las gracias.
Sí, hijos míos, el sacrilegio es tan horrible, que parece imposible que los cristianos puedan ser culpables de tal crimen; y sin embargo, nada tan común.Echemos una ojeada sobre las comuniones, ¡cuántas veces no encontramos confesiones y comuniones hechas por respeto humano! ¡Cuántas por hipocresía, por costumbre! ¡Cuántos que, si la Pascua ocurriera sólo cada treinta años, así comulgarían!, ¡Ay! Cuántos otros, los que no se acercan a este tiempo tan precioso con penitencias; y los que se acercan sólo porque otros lo hacen, y no para agradar a Dios y alimentar su pobre alma. Prueba muy evidente, hijos míos, que estas confesiones y comuniones no valen nada, ya que no se ve en absoluto cambio en su manera de vivir. ¿Los vemos después de la confesión más dulces, más pacientes en sus penas y las contradicciones de la vida, más caritativos, más llevados a esconder y a excusar las faltas de sus hermanos? No, no, hijos míos, no es más cuestión de cambio en su conducta; ellos han pecado hasta ahora, y continúan… ¡Oh, desgracia espantosa, pero bien poco conocida por la mayoría de los cristianos! Oh mi Dios, ¿habrías pensado que tus hijos llegaran a tal exceso de furor contra ti? No, no, hijos míos, no es sin razón que se coloca un crucifijo sobre la mesa de la comunión, ¡ay! ¡Qué de veces es crucificado en la Mesa santa! Míralo bien, ¡Oh, alma!, tú que te atreves a plantar el puñal en este Corazón que nos ama más que a sí mismo. ¡Míralo bien!Es tu Juez, el que debe fijar tu morada para la eternidad. Sondee bien su conciencia: si usted está en pecado mortal, ¡Oh, desgraciado!, no se acerque a la Santa Mesa.
Sí, Jesucristo ha resucitado de la muerte natural, y no morirá más, pero esta muerte que usted le da con sus comuniones indignas, ¡Ah! ¿Cuándo acabará?¡Oh, qué larga agonía! Estando sobre la tierra, había sólo un calvario para crucificarlo; pero aquí, ¡tantos corazones, tantas cruces donde es atado! ¡ Oh paciencia de mi Dios, que grande eres, por sufrir tantas crueldades sin decir una sola palabra, ni siquiera para quejarte, siendo tratado tan indignamente por una criatura vil, por la cual sufrió ya tanto!
¿Quieren, hijos míos, saber qué hace el que comulga indignamente? Escúchenlo bien, con el fin de que ustedes puedan comprender la grandeza de su atrocidad hacia Jesucristo. Qué dirían, hijos míos, de un hombre cuyo padre fue conducido a un lugar para ser ejecutado a muerte, y no encontrándose allí palo de horca para amarrarlo, se dirija a los verdugos diciéndoles: No hay palo de horca, pero he aquí mis brazos, ¿les sirve para colgar de ahí a mi padre? Ustedes no podrían ver tal acción de barbarie sin estremecerse de horror. ¡Pues bien, hijos míos! Me atrevo a decirles que esto todavía no es nada, si lo comparamos con el crimen espantoso que comete el que comulga indignamente. En efecto, ¿cuáles son los beneficios que un padre hace a su hijo, si los comparamos con lo que Jesucristo hizo por nosotros? Díganme, hijos míos, si ustedes hicieran estas reflexiones antes de presentarse a la Mesa Santa, tendrían el coraje de ir allá sin examinar bien lo que van a hacer. ¿Se atreverían a ir, acaso, con pecados ocultos y disfrazados, confesados sin contrición y sin deseo de dejarlos?
He aquí lo que ustedes dicen al demonio, cuando son tan ciegos y tan temerarios: “No hay cruz, ni calvario como en otro tiempo; pero encontré algo que puede suplirlo.” – “¿Qué?", les dirá el demonio, totalmente asombrado de tal propuesta. – “Es, díganle, mi corazón. Estén preparados, voy a apoderarme de Él; Él les precipitó a los infiernos, vénganse a su gusto, degüéllenlo sobre esta cruz.” – ¡Oh mi Dios!, ¿podemos pensar en esto sin estremecernos de horror? Sin embargo, es lo que hace el que comulga indignamente. ¡Ah! no, no, el infierno en todo su furor jamás pudo inventar nada semejante. No, no, si hubiera mil infiernos para un solo profanador, esto no sería nada, si lo comparamos con la grandeza de su crimen. ¿Qué hace, nos dice san Pablo, el que comulga indignamente? ¡Ay! Este desgraciado, bebe y come a su juez y su juicio. Estaba bien visto, según las leyes, leerles a los criminales su condena, pero ¿alguien alguna vez ha visto hacerles comer su sentencia de condena, y al mismo tiempo, su condenación? ¡Oh desgracia espantosa! No está escrito en el papel el juicio de condena de los profanadores, sino en su propio corazón. A la hora de la muerte, Jesucristo descenderá, con una antorcha en la mano, en estos corazones sacrílegos, encontrará allí su Sangre adorable tantas veces profanada, que exigirá venganza. ¡Oh divino Salvador! ¿La ira y el poder de vuestro Padre será lo bastante poderosa para fulminar a estos infelices Judas en lo más hondo de los abismos?
Pues bien, hijos míos, ¿entendieron lo que es una comunión indigna, esa que confiesan con tan poca preparación, a la cuál dan menos cuidados que los que darían para el asunto más común y más indiferente? Díganme, hijos míos, para estar tranquilos como ustedes lo parecen, ¿están muy seguros que todas sus confesiones y sus comuniones han sido acompañadas por todas las disposiciones necesarias para ser buenas y hacer segura su salvación? ¿Detestaron bien sus pecados? ¿Los lloraron bien? ¿Hicieron penitencia bien? ¿Tomaron bien todos los medios que el buen Dios les inspiró para no recaer más? Vuelva, mi amigo, sobre sus años pasados, examine todas las confesiones y las comuniones que no han sido acompañadas por ninguna enmienda, ni que han sido un punto de cambio en su vida. Tome la antorcha en la mano, usted mismo, para ver el estado de su alma, antes de que Jesucristo mismo se lo muestre para juzgarle y condenarle para siempre. Estremézcanse, hijos míos, sobre esta gran incertidumbre de la validez de tantas confesiones y comuniones. Una sola cosa debe impedirles caer en la desesperación: es que usted vive, y que el buen Dios le ofrece su gracia para salir de este abismo cuya profundidad es infinita, y que para esto sólo hace falta el poder de Dios. ¡Ay, hijos míos!, ¡Cuántos cristianos que ahora arden en los infiernos, oyeron las mismas cosas que ustedes hoy entienden, pero no quisieron sacar provecho de eso, aunque su conciencia gritaba! Pero, ¡Ay! Quisieron salir de eso cuando no pudieron, y cayeron en los infiernos. ¡Ay! ¡Cuántos entre aquellos que me escuchan están en este número, y tendrán la misma suerte! Mi Dios, ¿Es posible conocer su estado y no querer salir de eso? – Pero, me dirán, ¿Quién se atreverá a acercarse a la Mesa Santa, y asegurar de que ha hecho alguna buena comunión en su vida? ¿Podremos levantarnos para ir a la Mesa santa? ¿No va aparecer una mano invisible que me rechace y me golpee de muerte? Mi amigo, para esto no le digo nada; sondee su conciencia, y vea en cual estado está; vea si saliendo de la Mesa santa usted se presentaría con confianza delante del tribunal de Jesucristo. Entonces, me dirán, vale más dejar de comulgar, que exponerse a un tal crimen. - Mi amigo, esta es una idea del tamaño del sacrilegio. No fue mi intención alejarle de la comunión santa, sino solamente hacerle abrir los ojos a los que están en este número, para reparar el pecado que cometieron, mientras es tiempo, y para llevar a los que tienen la esperanza de estar exentos de este crimen espantoso, a disposiciones más perfectas.
¿Qué debemos concluir, hijos míos, de todo esto? Que debemos hacer nuestras confesiones y nuestras comuniones como nos gustaría hacerlas a la hora de la muerte, cuando apareceremos delante del tribunal de Jesucristo , con el fin de que, haciéndolo bien siempre, tengamos el cielo como recompensa. Esto es lo que les deseo.
Santo Cura de Ars

jueves, 27 de abril de 2017

COMO ES EL INFIERNO

¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen


En un post anterior te hablamos de 3 infiernos asiáticos, testimoniando el interés humano por saber cómo es el infierno. Hoy visitamos otras religiones y culturas, y otros infiernos, y nos daremos cuenta de que en realidad en todos se sufre, se purifica el alma o sencillamente se habita una vez que la vida nos ha abandonado.

¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen

1. Xibalbá

En la mitología maya nombraban así al inframundo. La palabra viene del quiché
Xibalbá que significa “oculto”. Es el reino subterráneo donde rigen las divinidades de la enfermedad y la muerte, Hun-Camé y Vucub-Camé.
En el Popol Vuh de los mayas quiché se narra el ciclo mítico de los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué. Pensaban que era un lugar físico, y en el siglo XVI lo ubicaban en la entrada de una caverna, cercana a la comunidad de Alta Verapaz y de Cobán, en Guatemala.
¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen
No es propiamente un infierno, sino el inframundo, pues representa la enfermedad y la muerte; a él se desciende por escaleras sumamente empinadas que dan a un río, que recorre barrancos. Después del escabroso recorrido se llega a un cruce de cuatro caminos: rojo, blanco, amarillo y negro, siendo este último el que se dirige a Xibalbá. Allí hay 5 casas, que son la Casa Oscura, donde solo hay tinieblas; la Casa del Frío, donde sopla eternamente un viento frío insoportable; la Casa de los Jaguares, llena de estos animales; la Casa de los Murciélagos, en que miles de ellos revolotean, chillan y gritan; y la Casa de los Cuchillos, en donde sólo hay cuchillos cortantes y afilados.

2. Gehena

Es el infierno judío, y por eso tal vez más conocido por los cristianos. Cómo es el infierno judaico: aquí las almas de los malvados se purifican y suelen permanecer hasta un año, aunque hay algunos tan malos que se quedan por toda la eternidad.
¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen
Entrada a una gruta funeraria, en el valle de Hinnom
El nombre proviene de un valle cerca de Jerusalén (el valle de Ge Hinnom), que servía de metáfora para la entrada al mundo futuro de castigo. Antiguamente los seguidores del dios Moloc sacrificaron niños en piras funerarias, y desde ese entonces quedó en la imaginación como un lugar profundo y desolado donde las llamas arden eternamente.

3. Duat

Los egipcios también tenían un lugar adonde se dirigían las almas malvadas. En los Textos Antiguos de los Sarcófagos se describe Duat, gobernado por Osiris, el dios de los muertos. En este libro hay un mapa con el recorrido que hay que hacer a través de Duat.
¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen
Representación del Duat en la tumba KV35 en el Valle de los Reyes
Es un paraje similiar a la Tierra, pero con un lago de fuego y paredes de hierro. Al acercarse a Duat, las almas debían pasar a través de puertas vigiladas por criaturas terroríficas, mitad humanos y mitad bestias, con nombres como “bebedor de sangre que viene del matadero”, o “el que come excrementos de su ano”.
Luego de atravesar las puertas, el corazón del muerto se compara con el peso de una pluma: si es más pesado, su corazón será devorado por el demonio Ammut, y  luego deberá enfrentarse a la justicia y sufrir grandes torturas.

4. Tuonela

Para la mitología finlandesa, Tuonela es el reino de los muertos, parecido al Hades griego. Es prácticamente una continuación de la vida en la Tierra pero sombría. Los que iban a Tuonela debían llevar adminículos para sobrevivir, e incluso se les permitía a las personas visitar allí a sus familiares muertos; el viaje, como bien supones, era peligrosísimo y a menudo mortal.
Había que atravesar el río Tuoni, y pedirle ayuda a la doncella de la muerte, Tuonen Tyttö, que a modo de Caronte guía a los fallecidos.
¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen
Este río está lleno de serpientes venenosas, pero en Tuonela no se aplica ningún castigo. Es, sencillamente, el lugar donde van los muertos.

5. La Casa de las Mentiras, el infierno del zoroastrismo

El zoroastrismo es una antigua religión que sigue las enseñanzas del profeta Zaratustra o Zoroastro, entre los antiguos iraníes. Existe una polaridad bien-mal, representada por Ahura Mazda, el creador de la vida –y seguida por los espíritus benéficos o ángeles–, y por Angra Mainyu, un demonio destructivo, seguido por los daevas, espíritus malignos o demoníacos.
Después de la muerte, el alma es conducida por la daena (que es la conciencia representada como una doncella) al puente Cinvat, el puente del juicio, que es “más delgado que un cabello y más cortante que una espada”.
Si las malas acciones superan las buenas, el puente se inclina y la persona caerá a la Casa de las Mentiras, el lugar del eterno tormento. Esta Casa se describe como un lugar de suciedad repugnante y en donde las almas comen alimentos podridos y son torturadas por sus obras.
¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen
Relieve, escena en el puente Cinvat
En esta religión no se sepulta a los muertos ni en la tierra ni en el mar, porque son considerados “territorio de Angra Mainyu”, y tampoco pueden incinerarse porque son hechos por Ahura Mazda, el bien. Los dejan en las llamadas “torres de silencio”, para que los animales carroñeros los devoren.

6. Niflheim

Es el infierno de la mitología nórdica, el reino de la oscuridad y las tinieblas, rodeado por una niebla perpetua. Allí vive el dragón Nidhogg, que se alimenta de los muertos.
¿Cómo es el infierno? 6 culturas te lo describen
Niflheim es el más profundo y oscuro de los nueve mundos de la mitología nórdica, y afirman que la Tierra se creó cuando el hielo de Niflheim y el fuego de Muspelhein chocaron entre sí.
Aquí viven también los malvados, y es el ancla del árbol del mundo –Yggdrasill–, que sostiene al universo. Se dice que en la parte más oscura del helado Niflheim, en Helheim, reina la diosa Hela con su perro Garm, quien le lleva las almas y las mantiene en constante dolor y tortura.

UN DEMONIO PARA CADA PECADO

Un demonio para cada Pecado Capital. ¿Sabes sus nombres?


La lista de Pecados Capitales forma parte de la tradición cristiana. Con ella se clasifican los vicios para que los creyentes tengan una idea clara de lo que es la moral de su religión. No se llaman “Capitales” por la gravedad de su falta, sino por que son “cabeza” (cápita) de una serie de pecados que derivan de ellos. Pecado es cualquier desviación del mandato divino y la religión cristiana ve al mal, al demonio, detrás de esas caídas. En el siglo XVI, Peter Binsfel asoció un demonio para cada Pecado Capital ¿Sabes sus nombres?

Un demonio para cada Pecado Capital ¿Sabes sus nombres?

Peter Binsfel fue un teólogo alemán especialmente activo como cazador de brujas. Escribió un tratado sobre el tema en el que, entre otras cosas, consideraba que aunque las confesiones se produjeran bajo tortura, debían tenerse por ciertas. Aunque por otro lado, intentó limitar la edad en que los niños podían ser acusados y dudó tanto de las marcas del diablo como de los supuestos vuelos de las brujas.
En otra de sus obras, escrita en el año 1859recopiló información de autores anteriores y designó un demonio para cada Pecado Capital. Su idea era que éstos eran la personificación del mal y los que inducían a los hombres a seguir sus malos instintos. Consideraba que además de los demonios asignados a cada pecado, existían muchos más que podían influir en los actos de las personas. Creía que los servidores del maligno eran numerosísimos.
Un demonio para cada Pecado Capital ¿Sabes sus nombres?
Asmodeo es el demonio de la lujuria. Asmodeo se enamoró de Sarah e impidió 7 veces que contrajera matrimonio. Más tarde fue amante de Lilith, la primera mujer de Adán, con la que engendró miles de demonios.
El demonio de la gula es Belcebú. Conocido también como “el señor de las moscas”, nombre que al parecer utilizaban los hebreos para burlarse de las ofrendas cárnicas de los idólatras que se pudrían y se llenaban de moscas. Otros historiadores creen que realmente su nombre es: “señor de la gran morada”. Es uno de los príncipes de las tinieblas.
El de la avaricia es Mammón. La palabra hebrea “mammón” puede traducirse como dinero, tesoro o riqueza. La encontramos en la Biblia en Mateo, 6, 24 “No podéis servir a Dios y a Mammón” o en otras traducciones: “No podéis servir a Dios y al dinero”.


A la pereza le correspondió Belfegor. Belfegor tienta a la humanidad a través de la pereza atrayéndola con descubrimientos que le proporcionarán riqueza sin esfuerzo. Es uno de los siete príncipes del infierno.
Un demonio para cada Pecado Capital ¿Sabes sus nombres?
A la ira: Amon. Este demonio conoce el pasado y el futuro y es el encargado de vigilar a los que han pactado con el diablo. Se cree que está inspirado en el dios egipcio Amón al que los hebreos odiaban, ya que tuvo sometido a su pueblo.
A la envidia: Leviatán. Es una especie de monstruo marino, posiblemente la reencarnación de la serpiente del paraíso de Adán y Eva. Fue Santo Tomas de Aquino el que lo describió como el demonio de la envidia.
Un demonio para cada Pecado Capital ¿Sabes sus nombres?
Y por último, a la soberbia: Lucifer. Es el “portador de la luz”. El ángel caído que dotado de gran belleza y sabiduría, por su tremenda soberbia, fue arrojado a los infiernos convirtiéndose en Satanás.

APOCRIFOS...........................

Apócrifos: los evangelios “escondidos”


Cuatro fueron los evangelios escogidos para entrar en las Sagradas Escrituras. Cuatro fueron los apóstoles afortunados cuyos escritos pasarían a formar parte del libro más vendido y leído de la historia de la Humanidad. Sin embargo, son bastantes más de cuatro los textos y evangelios que se quedaron fuera de este libro que hoy conocemos como la Biblia.
A finales del siglo II d.C., San Ireneo de Lyon propuso expresamente que fueran los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan los que fueran reconocidos por la Iglesia como los únicos que transmiten auténticamente la tradición apostólica y están inspirados por Dios. Así se ha mantenido durante los años, llegando a declararse como dogma de fe en el Concilio de Trento (1545-1563), en donde se definió el canon de las Sagradas Escrituras. A estos cuatro evangelios los conocemos como los evangelios canónicos.

Los evangelios apócrifos

Pero existen multitud de textos que surgieron en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret y que son apenas conocidos por la mayoría. A estos escritos, que no son aceptados ni por la iglesia católica ni por la ortodoxa, anglicana o protestante, los conocemos bajo el nombre de evangelios apócrifos.
El término apócrifo proviene del griego y significa “esconder”. Con este término designamos a una gran cantidad de libros escritos de forma similar a los evangelios canónicos que las Iglesias cristianas de los primeros siglos no reconocieron como parte de las Sagradas Escrituras.
Esculturas de los Apóstoles en El Vaticano

Sin embargo, poseen algunas diferencias que los hicieron quedarse fuera de la Biblia. La mayor parte de los textos apócrifos están cargados de una mayor fantasía en el relato, llegando incluso a mencionar nuevos e increíbles milagros de Jesús que no aparecen en los Evangelios canónicos. Por otro lado, en estos escritos se hace referencia continuamente a la autoría de los mismos por parte de miembros relevantes de la comunidad como Pedro, Santiago o Tomás, mientras que en los canónicos apenas hay señales del autor, dejando de esta manera el protagonismo a los hechos narrados.
No obstante, no todos los evangelios apócrifos son iguales. Hay algunos que destacan por encima de otros por su contenido o por la persona a la que son atribuidos. Estos escritos son el caldo de cultivo ideal para los amantes de lo conspirativo.
De los más de 50 escritos apócrifos que se considera que existen, nosotros hemos seleccionado para vosotros los cuatro que nos han parecido más curiosos o que hemos considerado más relevantes.

El evangelio apócrifo de Juan

Existe un texto apócrifo atribuido al apóstol san Juan y que no se encuentra dentro de su evangelio canónico. En este texto Jesús les dice a sus discípulos qué es lo que deben evitar si quieren entrar en el reino de los cielos.
Curiosamente, una de las cosas que Jesús les dice es que no han de matar ni hombres ni animales, ni tan siquiera para alimentarse. A continuación os dejo un par de citas en las que Jesús invita a ser vegetariano a todo aquel que no quiera acabar en el infierno.
”No matéis hombres ni bestias, ni siquiera el alimento que ponéis en vuestras bocas, pues si comes alimento vivo, el mismo os vivificará, pero si matáis vuestro alimento, el alimento muerto os matará a vosotros también”
”Comed siempre de la mesa de Dios: las frutas de los árboles, el grano y las hierbas del campo, la leche de las bestias y la miel de las abejas”

El evangelio de Tomás

Se conoce como evangelio de Tomás a una colección de 114 dichos atribuidos a Jesús de Nazaret. Varios de los dichos son similares a los que aparecen en los evangelios canónicos, pero otros son totalmente novedosos. Se estima que fue escrito en el siglo I, por lo que lo hace bastante relevante.
Uno de los motivos por los que hemos decidido meterlo en este artículo es por cómo aparece reflejado el papel de la mujer para Jesús, igualándola al hombre.
“He aquí que le inspiraré a ella para que se convierta en varón, para que ella misma se haga un espíritu viviente semejante a vosotros varones”

El evangelio de Judas

Siempre hemos tenido la imagen de Judas Iscariote como el malo de los apóstoles. De hecho, su nombre lo usamos frecuentemente como sinónimo de traidor. Sin embargo, en el texto apócrifo conocido como evangelio de Judas se refleja una visión muy distinta de este discípulo.
Primera página del Evangelio de Judas
Detalle. Primera página del Evangelio de Judas
En este texto vemos a Judas Iscariote casi como el discípulo favorito del maestro. Según este evangelio apócrifo, si lo entregó a las autoridades romanas fue en cumplimiento de un plan realizado por el mismo Jesús.

El evangelio de María Magdalena

Llamamos evangelio de María Magdalena a una serie de escritos apócrifos escritos entre los años 60 y 80 que citan a una discípula de Jesús llamada María. Los especialistas la identifican con María Magdalena, que aparece en los evangelios canónicos. En los tres únicos fragmentos que se conservan no se hace ninguna mención al autor de los mismos.
Evangelio de María descubierto en 1896., Ashmolean Museum, Oxford.
Evangelio de María descubierto en 1896., Ashmolean Museum, Oxford.
En los fragmentos que han llegado hasta nuestros días, podemos observar cómo María posee un papel más que relevante para Jesús, incluso parece estar por encima del resto de los apóstoles.
En uno de los fragmentos, María consuela al resto de los apóstoles tras la marcha de Jesús. En otro, Mateo increpa a Andrés y Pedro, quienes dudan de que Jesús haya preferido a una mujer antes que a ellos para hacerle ciertas revelaciones secretas. Tras esto, Mateo decide predicar el evangelio según María.
“……¿quién eres tú para despreciarla? De todas maneras Él, al verla, la ha amado sin duda. Avergoncémonos más bien……”
Existen multitud de textos apócrifos cargados de interesantes datos que desconocíamos. Este tema da para escribir infinidad de artículos que, siempre con vuestro permiso, iremos desarrollando más adelante. De momento, espero que esta introducción a los evangelios apócrifos te haya servido y te haya despertado las ganas de conocer más sobre el tema.

EL EVANGELIO DE PEDRO................

El Evangelio de Pedro, ¿en qué se diferencia de los otros?, ¿por qué se descartó?



El Nuevo Testamento está formado por 27 libros que se fueron añadiendo paulatinamente hasta conformar, de forma definitiva, esta parte de la Biblia cristiana. Una serie de textos no fueron incluidos en él y son llamados apócrifos. Apócrifos quiere decir que no son considerados por la Iglesia como fruto de la inspiración divina. Entre ellos encontramos el Evangelio de Pedro, ¿en qué se diferencia de los otros?, ¿por qué se descartó?

El Evangelio de Pedro

El llamado Evangelio de Pedro, que sólo se conserva fragmentariamente, fue hallado en Egipto entre finales de 1886 y principios de 1887, en la tumba de un monje. Posteriormente se han encontrado breves fragmentos en otros lugares. Algunos historiadores datan su escritura sobre el año 70, pero la mayoría lo colocan en el siglo II. Está escrito en primera persona por alguien que se identifica como “Simón Pedro”. El fragmento que se conserva es el de la Pasión y Resurrección de Cristo. Sin embargo, existen importantes diferencias con los Evangelios canónicos:
– Tiene un profundo antisemitismoLa culpa de la muerte de Jesús es de Herodes, los escribas y otros prohombres judíos. Explica que “…de entre los judíos nadie se lavó las manos, ni Herodes ni ninguno de sus jueces”, como sí lo hizo Poncio Pilatos, que queda exonerado de toda responsabilidad. La ejecución la ordena Herodes y no Pilatos.
El Evangelio de Pedro, ¿en qué se diferencia de los otros?, ¿por qué se descartó?
– Se contempla la posibilidad de que tanto el sufrimiento como la muerte de Jesús fueran sólo aparentes: “se mantuvo en silencio, como si no sintiera dolor”. Por tanto se niega la humanidad de Cristo cosa que no hacen los otros evangelios.
– No dice  “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, sino  “¡Fuerza mía, fuerza mía, tú me has abandonado!”
– En ningún momento se habla de que Jesucristo muriera, sino de que “fue recibido arriba”.
– Los guardias romanos y muchas otras personas congregadas ante el sepulcro son testigos de la resurrección. En el texto se habla de que el cielo se abre y bajan dos hombre rodeados de un gran resplandor, se retira la piedra y entran en el sepulcro. Del interior salen tres hombres altísimos, como gigantes, y detrás de ellos va la Cruz.
– La Cruz aparece hablando y flotando tras ellos.
El Evangelio de Pedro, ¿en qué se diferencia de los otros?, ¿por qué se descartó?
Además de las mencionadas, existen otras diferencias básicas con los evangelios canónicos. Si se descartó en su momento, fue principalmente porque nadie creía que hubiera sido escrito realmente por Pedro y por considerar que era un camino directo a la herejía, ya que consideraba que en la pasión de Cristo no hubo un sufrimiento real por ser éste Dios.
Actualmente tampoco ningún historiador lo atribuye a Pedro. Cabe destacar también que es claramente posterior a los evangelios canónicos, ya que muchas de las cosas que explica hacen referencia a esos textos. Se cree que fue escrito por alguien que había conocido los otros evangelios y escribió lo que recordaba con añadidos de su propia cosecha.
Algunas sectas como la de los “Nazarenos” lo siguieron como un verdadero evangelio y en ocasiones es confundido o incluido en el llamado  “Evangelio de los Hebreos”. También se cree que fue utilizado en algunos grupos cristianos de Egipto hasta comienzos de la Edad Media.