La llegada del Papa Francisco al Vaticano ha supuesto, como ya sabes, un cambio de tendencia dentro de la Iglesia Católica. Este hombre, humilde y perteneciente a la orden de los Jesuitas, alzó una gran expectación ya desde el primer día en que se le nombró para sustituir al Papa Benedicto XVI.
Fue entonces cuando, una vez más, se pasó a revisar la famosa profecía de San Malaquías. Esa que un obispo irlandés nos dejó escrita en el siglo XII a través de lo que se conoce como “divisas”. Se trata de una serie de escritos que teólogos y amantes del simbolismo han ido interpretando a lo largo del tiempo, coincidiendo con el nombramiento de cada Papa, descubriendo que, de algún modo, aquellas predicciones iban cumpliéndose.
¿Te gustaría conocer qué nos dice la famosa profecía del último Papa? ¿Será tal vez el último nuestro actual Bergoglio, este argentino que eligió llamarse Francisco en honor al Santo de Asís?
Malaquías, Nostradamus y el “Papa Negro”
Es casi una tradición. Con el nombramiento de los nuevos Papas se revisa la famosa profecía de Malaquías, un obispo irlandés del siglo XII que nos dejó un interesante legado en latín, donde desde 1143 describe al que habrá de ocupar su lugar como cabeza de la Iglesia católica. Se habla de cómo será la persona en sí, cuál es su blasón y lo que su pontificado supondrá para el momento concreto en que ocupe el cargo.
Obviamente para muchos círculos de la Iglesia y fuera de ella, las divisas de San Malaquías no son más que una simple fábula y, más que eso, una burda falsificación sin más veracidad que la de levantar polémica dentro del mundo del catolicismo. Lo que realmente preocupa a todos los amantes de la conspiración y de la simbología profética es que tanto Malaquías como Nostradamus coinciden en que llegará el que se conoce como “el último Papa” y que tras él dejará de existir el mundo – o al menos éste mundo tal y como lo entendemos-.
Nostradamus predijo, por ejemplo, que el último Papa sería negro. Bien, tal vez podamos respirar aliviados puesto que Bergoglio es blanco. Pero hemos de matizar un aspecto. El Papa Francisco pertenece a la orden de los jesuitas, famosos por sus negras vestimentas y por otro detalle: al superior dentro de la orden se le llama “Papa Negro”. Aunque en realidad, Bergoglio nunca llegó a liderar a los jesuitas.
Profecías supuestamente “cumplidas”
Resulta asombroso consultar las divisas de San Malaquías y comprobar un aspecto también importante. Llegó a listar la profecía de 111 Papas. Culminando en el que habría de ser el último, alguien que se conocería como “Pedro el romano, un hombre que protegerá a su pueblo en sus peores momentos. Hasta el instante en que Dios no pueda más y castigue al ser humano por todos los pecados cometidos”.
Si buscamos todas esas profecías que “supuestamente” se han cumplido, vaticinando a cada uno de los Papas, hemos de admitir que se han hecho ciertas concesiones a la imaginación, pero aún así, no dejan de inquietarnos. Veamos algunos ejemplos:
- Al Papa que coincidiría con Juan Pablo II lo llama “De Labore Solis”, traducido como “Del trabajo del sol”. Los estudiosos de la profecía lo interpretan como el hecho de que Juan Pablo II era Polaco, es decir, del Este, donde nace el sol.
- A Clemente XIII, lo llama “Rosa Umbriae”, traducido como “La rosa de Umbría”. Y curiosamente, el nombre de este Papa era Carlo della Torre Rezzonico, y “rezzo” en italiano significa ‘umbría‘.
- Juan XXIII, por su parte, está ligado a la curiosa divisa de “Pastor et Nauta”, traducida como “Pastor y viajero, o astronauta, o incluso navegante”. Bien, pues fue precisamente durante su pontificado cuando Yuri Gagarin se convirtió en el primer cosmonauta a bordo de la nave Vostok I.
Francisco, el primer Papa jesuita
Son muchos los que ven en el Papa Francisco la representación del último Papa de las profecías de San Malaquías. Sería el número 112 y al que llama, sencillamente, como “Petrus Romanus”. Pero ¿qué tiene que ver este término con Bergoglio? Puede que te parezca asombroso, pero no faltan los que ven una coincidencia clara con el hecho de que la orden de los jesuitas tenga como co-fundadador a Pedro Fabro. Por lo tanto, Francisco vendría a ser algo así como Pedro II. Algo tal vez “cogido con pinzas”, pero si a ello le añadimos el término de Papa Negro asignado por Nostradamus, a muchos les hace parecer evidente que nuestro actual Papa pueda ser el último. Pero no pensemos únicamente en el fin del mundo, algunos teólogos lo asocian con el final de una etapa para la Iglesia y el inicio, tal vez, de una renovación.
Puede que nuestro mundo en la actualidad tenga ese contexto convulso y complejo del que hablaba la divisa de Malaquías, pero sin lugar a dudas nunca debemos perder la esperanza y la curiosidad por conocer todos estos interesantes temas.
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